En 16 Copas del Mundo de la  FIBA, Estados Unidos ha estado en siete finales y Serbia, o la antigua Yugoslavia,   ha jugado en ocho de ellas.

Sin embargo, a pesar de la frecuencia en que ambas naciones han disputado la medalla de oro en estos clásicos, la ironía es que nunca en la historia se habían enfrentado  entre sí  por una presea dorada.

El momento finalmente llegó este domingo, luego que Serbia dispusiera el viernes de Francia, 90-85,  en semifinales para ganarse el derecho a retar al monarca defensor Estados Unidos. 

Los norteamericanos  marchan sin derrotas en el torneo en España con récord de 8-0, incluyendo una paliza, 96-68, al previamente invicto equipo de Lituania en la otra semifinal.

Lo que ha hecho   Estados Unidos   en este torneos es repartir una salsa tras otra, promediando 101.5 puntos en ocho desafíos frente a solo 69 de sus rivales para una diferencia de 32.5 puntos de ventaja. 

Su triunfo menos holgado de la Copa  fue ante Turquía por 21 puntos, 98-77.

En este torneo, Estados Unidos tendrá la oportunidad de empatar con Serbia/Yugoslavia por la mayor cantidad de medallas de oro en una Copa del Mundo con cinco. La antigua Yugoslavia tiene marca de 5-3 en partidos finales, mientras que Estados Unidos tiene balance de  4-3. Yugoslavia ganó las últimas cuatro veces que llegó a la final (1978 y 1990 ante la antigua Unión Soviética, 1998 frente a Rusia y 2002 contra Argentina) y Estados Unidos ha hecho lo propio en sus últimas tres finales (1986 contra la Unión Soviética, 1994 ante Rusia y 2010 contra Turquía,  siendo las dos más recientes con jugadores de NBA).

En el caso de Serbia, es un equipo que ha venido de menos a más en este certamen tras irse con marca  de 2-3 en la primera ronda con reveses ante España, Francia y Brasil.

No obstante, en octavos de final  eliminó al previamente invicto Grecia con paliza por 18 puntos, 90-72, y luego desquitó sus derrotas ante Brasil y Francia, eliminando a ambos en cuartos de final y en semifinales, respectivamente.

El común denominador en todas esas victorias ha sido que Serbia ha podido gozar de un gran arranque ofensivo al inicio del partido, para luego abultar su margen de ventaja, como lo hizo con Grecia y Brasil, o poder sobrevivir a final, como le sucedió con Francia.

Durante esa racha victoriosa,  Serbia ha jugado su mejor baloncesto con gran despliegue de movimiento de balón por aire, esparciendo sus tiradores por el perímetro para crear espacios,  y gozando de una gran cantidad de tiros abiertos para encestar un excelente 46.5 por ciento de sus tri ples (57-26) en estos tres juegos. Además, los serbios acumulan   un 53.6 por ciento en tiros de campo (177-95).

Ante Estados Unidos,  necesitarán de un arranque similar, con paciente ejecutoria a media cancha y fina puntería. Esto podría revertir la presión sobre los estadounidenses. 

Sin embargo, aún cuando Estados Unidos ha estado en algunos problemas durante la primera mitad de varios de sus partidos, siempre se las ha ingeniado para incrementar su defensa de forma considerable en la segunda mitad y abrir el marcador con cierta facilidad. 

¿Se repetirá esa constante de Estados Unidos  o podrán los serbios dar la sorpresa? Las probabildiades favorecen a Estados Unidos.