Christopher ‘Pitufo’ Díaz ha esperado 15 años por la oportunidad de disputar un campeonato mundial. 

El próximo 28 de julio, el púgil puertorriqueño la tendrá cuando enfrente al japonés Masayuki Ito por la vacante faja de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), versión de las 130 libras. 

Díaz aseguró que tiene toda la intención de aprovechar el momento.

“Se me paran los pelos de nada más pensar que puedo agarrar ese título mundial. Vengo de una familia de campo y el mejor regalo que les puedo hacer es darle ese título”, compartió ayer Díaz (23-0, 13 KO) durante un diálogo con Primera Hora.

¿Te incomoda esa presión?

“Al contrario, me motiva. El pueblo siempre me respalda donde quiera que voy. Ya sea en Nueva York, Kissimmee (Florida), están para apoyarme y contar con el apoyo familiar es importante. La gente sabe el tipo de persona que soy, hasta ahora se identifican conmigo que es lo importante”.

A mediados del año pasado, Díaz decidió trasladar su centro de entrenamiento a Camden, Nueva Jersey, bajo la tutela de Raúl ‘Chino’ Rivas. 

El joven adulto de 23 años ha ganado por nocaut técnico las dos peleas que ha trabajado junto a este entrenador.

¿Cómo has cambiado durante el pasado año?

“Creo que ahora mismo estoy en una etapa de aprendizaje. En cuanto a lo personal, soy más maduro. Ahora tengo mis hijas, veo la vida de otra manera. Hay que ser leal, pero a uno mismo, y tomar las mejores decisiones posibles”.

Rivas sostuvo que ha sido testigo del progreso de Díaz. 

 “Ha cambiado demasiado. Está tranquilo trabajando en el gimnasio, eliminando las manías... y en cada campamento se ve mejor. Está contento y bien positivo”, dijo. 

Apoyo familiar

Díaz es padre de una niña de 2 años y su esposa Britney está embarazada de gemelas que deben nacer para el próximo agosto.

Para el peleador, ellas son la principal motivación a pesar de que las deja en Puerto Rico para ir a entrenar.

“Mi esposa maneja bien la situación. Es una persona madura y ese es el factor más importante porque me apoya. Si no puedo entrenar, no puedo pelear y ese es el método para llevar el pan de cada día a mis hijas”, indicó Díaz.