San Antonio.-  Los Spurs de San Antonio atraviesan por una magnífica racha en la postemporada, que ni siquiera pudo ser estropeada por una tonelada de errores en el primer partido de la final de la NBA.

Sin embargo, probablemente arruinaron la posibilidad de que Tim Duncan se embarque en una nueva carrera.

Duncan quiere ser un base, reveló ayer el entrenador Gregg Popovich, un deseo que no le será concedido. Pero Duncan se dará por satisfecho con otro campeonato, y los Spurs podrían estar a mitad de camino de lograrlo si vencen a Miami hoy por la noche en el segundo duelo de la final.

Los Spurs han ganado ocho partidos en fila como locales por 15 o más puntos en estos playoffs, un récord de la NBA, pero saben muy bien que una ventaja de un partido no significa nada contra el Heat.

“Creo que por eso no podemos darnos por satisfechos”, comentó el base Tony Parker, a quien no le preocupa perder su puesto a manos de Duncan. “Nosotros estuvimos en la misma situación y sabemos que ellos pueden ganar aquí, así que tenemos que salir a hacer lo nuestro y tratar de ganar este. Creo que es un partido muy importante para esta serie”.

LeBron James espera estar listo por el Heat, que también perdió el primer encuentro de la final del año pasado ante los Spurs, y en la de 2012 contra Oklahoma City. Miami ha ganado sus cinco partidos en series con James en las que perdió el primer duelo.

Una desventaja de dos partidos sin duda provocaría más críticas hacia James y Miami.

“Estoy seguro que la serie habría terminado para los observadores”, comentó riéndose el escolta del Heat, Dwyane Wade.