El armador puertorriqueño José Juan Barea, de los Timberwolves de Minnesota, no solo le dio un buen golpe a Ray Allen en el partido del pasado lunes, sino que, además, tuvo un fuerte intercambio de palabras en las que llamó “llorón” al veterano escolta del Heat de Miami.

La jugada sucedió cuando restaban poco más de ocho minutos de juego y los Timberwolves perdían, 76-60, frente a los actuales campeones.

Allen se sacó de encima la marca de Barea con un empujón, pero ninguno de los árbitros cantó falta ofensiva. Al intentar penetrar, Barea cometió una falta agresiva que llevó a Allen al tabloncillo, lo que desató el intercambio de palabras y la expulsión del boricua.

“He jugado en la NBA por siete años. Me golpean más fuerte todas las noches y no me levanto llorando”, dijo Barea luego del partido, según reseñó Prensa Asociada.

“Bynum casi me noquea por el resto de mi vida. No me levanté llorando”, añadió el base mayagüezano al recordar el fuerte golpe que recibió por el ex centro de los Lakers Andrew Bynum durante la postemporada de 2011, cuando Barea militaba con los campeones de ese año, los Mavericks de Dallas.

Las imágenes del partido muestran cuando Barea, ya expulsado, le grita a Allen: “Eres un maldito llorón”.

“Fue solo un pequeño golpe, es parte del juego”, según reportó el Minneapolis Star-Tribune.

Ray Allen, por su parte, también le tiró su agüita al boricua.

“Fue innecesario. He podido mantener un buen nivel mental durante mi carrera. Hay momentos en que las cosas se calientan”, expresó Allen después del partido, según el South Florida Sun-Sentinel.

“No hay lugar para eso en el juego... No me asustas. No vas a forzarme a echarme para atrás”, añadió.

Los Wolves no pudieron evitar que el Heat estableciera un nuevo récord de franquicia al conseguir su 15ta victoria seguida, 97-81. Sin embargo, el incidente entre Barea y Allen se robó el espectáculo.

Finalmente, según Prensa Asociada, la falta antideportiva de nivel 2, que supuso la expulsión inmediata de Barea, fue degradada a nivel 1.