Por más de tres décadas, Oscar Loubriel ha celebrado los triunfos y ha llorado los sinsabores de los Vaqueros de Bayamón y de la Selección Nacional de baloncesto.

Y es que “Moncho” –como cariñosamente se le conoce– no es una figura cualquiera dentro del baloncesto. Desde que tenía 11 años de edad, ha sido el amuleto que ha acompañado a generaciones de jugadores, que van desde el legendario Rubén Rodríguez hasta José Juan Barea. Su trabajo va más allá de ser mascota de los Vaqueros y de la Selección, sino que se ha convertido en una inspiración.

Moncho tendría muchas anécdotas que contar. Lo ha visto todo desde el banco de los Vaqueros y de la Selección, pero ha sido el joven Ricardo Cayuela quien ha recogido las historias contadas por otros que describen al tierno, afable, cordial, cortés y hasta galán Mocho en el documental “El Alma del Equipo”.

El filme será estrenado este próximo domingo en el teatro Braulio Castillo de Bayamón.

“Este proyecto nace de la necesidad de rendirle homenaje en vida a Moncho y para también plasmar su figura dentro de la historia del deporte de Puerto Rico. A veces tenemos figuras de los deportes que se retiran, pasan y se olvidan. No quería que eso pasara con Moncho”, relató Cayuela en entrevista con este medio.

Según expresó Cayuela, su filme evidencia la verdadera importancia de Moncho dentro del equipo.

“A través de este tiempo, he descubierto muchas cosas. Una de ellas es que a Moncho lo quieren demasiado, ha trascendido mucho más allá del deporte. Ha sido una persona que ha inspirado no solamente a atletas y fanáticos, sino que inclusive a personas que no están relacionadas al deporte. Su historia es inspiradora, debe ser contada y el mundo la debe conocer. Moncho ha logrado muchas cosas a través de su vida y su carrera como mascota, pero hace mucho más que animar al público. Cuando un jugador está triste, le da un abrazo y le dice que todo está bien. Eso es la verdadera alma del equipo”.

El filme, además, fue terminado luego de batallar contra los obstáculos económicos que presenta una producción de este tipo. Además, otro reto fue el conseguir todas las entrevistas necesarias.

“Uno de los (retos) más significativos ha sido el económico, dado el caso de que el proyecto tiene una duración de 45 minutos y el costo de un documental de tal duración, a la calidad que se está realizando, es alto. Otro ha sido el contactar a los jugadores. Tienen unas agendas ajetreadas, pero sí recibí mucha ayuda de los técnicos, los jugadores y apoderados”.

Un documental que creció con el tiempo

Originalmente, la idea de Cayuela era un documental de cinco a 10 minutos de duración. Sin embargo, durante el transcurso de recopilar las entrevistas a pasadas y presentes figuras del baloncesto local, fueron creciendo las historias sobre Moncho.

“Fue evolucionado. Comencé con cinco o 10 personas, que luego se convirtieron en 15, 20 y 30 hasta llegar a entrevistar a 33 personas. Fue algo complejo, pero no eliminé personas. Quise que cada una de las personas contara una etapa específica de la vida de Mocho. Se me quedaron personas por entrevistar, pero con lo que tenemos se cuenta la historia de Moncho de pies a cabezas”, compartió Cayuela.

El proyecto comenzó en abril de 2015, pero no fue hasta junio que inició la filmación en el coliseo Rubén Rodríguez de Bayamón. Después de superar múltiples obstáculos, el producto final está listo para ser presentado.

La premier del domingo en el teatro Braulio Castillo contará con varias tandas: a las 12:00 del mediodía, a las 5:30pm y 7:00pm.

La actividad será a beneficio de la Fundación Puertorriqueña Síndrome Down.

“Es un documental sumamente inspirador. Cualquier persona lo puede ver y aprenderá que en la vida no hay obstáculos, nada es imposible. La vida es compleja y dura, pero con las herramientas apropiadas se puede todo. Cuando Moncho nace, no existían muchos recursos para una persona con Síndrome Down y su familia hizo maniobras. La gente va a reír, va a llorar, se va a disfrutar el proyecto”, concluyó.