Por tal razón,  la celebración en ese pueblo ha sido frenética tras vencer a los Vaqueros de Bayamón en el sexto partido de la serie final el martes en la noche, para así  agenciarse el añorado título y   dar rienda suelta a la emoción durante un  festejo   en la madrugada de ayer  en el coliseo Manuel ‘Petaca’ Iguina.

La fiesta continuó hoy durante horas de la tarde  con la tradicional caravana por el pueblo norteño.

Fue todo un fiestón, ¡y no es para menos!

Luego de ganar un campeonato en el 2005, y luego  de sumar   tres más  bajo el mandato del apoderado Luis Monrouzeau (2008, 2010 y 2011), los Capitanes invirtieron grandes sumas de dinero para continuar su dinastía. Sin embargo,  los Indios de Mayagüez, Piratas de Quebradillas y, más recientemente, los Leones de Ponce por dos años consecutivos, se encargaron de negarles esa felicidad.

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Para colmo de males, esta temporada estuvo repleta de altas y bajas bajo el mandato del coach debutante Rafael ‘Pachy’ Cruz, con múltiples lesiones, refuerzos de segundo nivel y ausencias de jugadores claves que tuvieron a los Capitanes al borde de quedar fuera de playoffs por un momento. 

Pero, luego,  todas las piezas cayeron en su lugar, los lesionados regresaron, los que estaban ausentes llegaron, y eventualmente  arribaron refuerzos de calidad para que el equipo terminase el torneo regular con cuatro triunfos al hilo. Luego,  despacharon  a Ponce en cuatro juegos en la  primera ronda, a los Cangrejeros de Santurce en cinco, y  a los Vaqueros en seis.

“Ha sido una temporada con muchas piedras en el camino. Y diría que hasta un meteorito que nos cayó encima. Pero nos recuperamos, mantuvimos la unidad del grupo, y al final tenemos ahora la recompensa de lo que trabajamos. Es una felicidad bien grande”, indicó Monrouzeau, quien no quiso catalogar este campeonato como el mejor de todos, pues cada uno ha tenido su magia.

“Quizás este ha sido el título más sufrido para conseguir, pero los campeonatos son como los hijos: cada uno es distinto y tiene su toque especial”.

Para Monrouzeau, este es su cuarto título y para los Capitanes es el sexto en la historia de su franquicia.

Crédito a ‘Pachy’

El inicio del éxito de esta temporada comenzó con una decisión trascendental de Monrouzeau: ¿Traer a un dirigente experimentado o entregarle la franquicia al ex jugador de los Capitanes, Rafael ‘Pachy’ Cruz, quien estuvo de asistente en el 2015?

A primera instancia, muchos tomaron la designación de Cruz con pinzas, pero el dirigente arecibeño se graduó con honores en su debut.

“Realmente ‘Pachy’ hizo un gran trabajo y mantuvo un ambiente de respeto en el camerino. Fue como un maestro de escuela superior. Era bien detallado en los ‘scouting’, en explicar las cosas y le daba participación a los jugadores en el diseño de estrategias. Hasta yo salía ‘pompeao’ de las reuniones prejuego. Creo que tiene un gran futuro en Arecibo y, quizás, con Puerto Rico”.

Incierto regreso

En términos de su estadía con los Capitanes para el 2017, Monrouzeau fue parco en sus intenciones.

“Solo puedo asegurar que me voy a gozar este campeonato a todo dar , y que voy a celebrar bastante”, dijo Monrouzeau, quien intentó vender el equipo en el 2016.