Quebradillas. Lo que parecía un día de celebración y alegría para muchos, se tornó en una pesadilla para otros, debido a la sobreventa de boletos que se registró en el sexto partido de la serie final en el Coliseo Raymond Dalmau de Quebradillas.

Decenas de fanáticos con boletos enumerados para áreas de preferencia, palcos y arena y hasta algunos abonados tuvieron que pasar el Niágara en bicicleta para poder entrar al recinto quebradillano.

A cinco minutos de comenzar el partido, cientos de personas que ya habían cruzado los contornos del coliseo permanecían de pie, lo que provocó la intervención del cuerpo de bomberos que paralizó la entrada, dejando fuera momentáneamente a muchos que tenían boletos con asiento numerado. El incidente provocó la airada protesta de los fanáticos.

“Hice una fila de cuatro horas para comprar cinco taquillas de Preferencia para mí y mi familia ya que estaba de vacaciones y quería venir a aquí a disfrutar un ratito. Pero lo que he pasado son malos ratos, calor y que me estén violando los derechos”, dijo Juanita Nieves Alicea, de Camuy

“Se supone que el asiento 28 en la Sección 205 esté vació para mí. Mañana mismo voy donde un abogado a orientarme para que me paguen todo mi sufrimiento aquí. Yo no vuelvo a pisar esta cancha. Ni yo, ni mi familia. Conmigo no ganan un chavo más”.

El caso de la quebradillana Jessica Santiago fue similar. Compró sus boletos con anticipación para tener asiento asegurado, pero su esfuerzo fue futil.

“Estoy afuera desde las 6:00 p.m. tratando de entrar. Creo que hay diferentes tipos de taquillas y por eso hay confusión. Pero se supone que yo tenga mi asiento seguro”, dijo Santiago.

La gerencia de Quebradillas no atendió la queja en persona y dejó que policías y bomberos determinaran cuándo y a quiénes dejaba entrar.

Eventualmente todos los que estaban afuera con boletos de preferencia, palcos y arena se les dio acceso justo antes de comenzar el juego. Aunque no se pudo corroborar que tendrían sus asientos disponibles cuando entraron.

Unas 5,000 personas vivieron la tensión y luego la magna celebración.