Para los Piratas de Quebradillas, la pretemporada de 2013 fue una de incertidumbre tras la criticada reconstrucción del equipo efectuada por el apoderado Félix “Felo” Rivera.

Pero dicen que el que ríe a lo último ríe mejor, y anoche Rivera tenía una sonrisa de oreja a oreja tras su quinteto conseguir el primer anillo de campeonato en los pasados 34 años para la fanaticada de Quebradillas.

“Este pueblo de Quebradillas y los muchachos en este equipo se merecían esta victoria. Mucha gente me decía que nos e podía morir sin ver un campeonato y se los dimos. Y lo mejor de todo es que es el primer campeonato en el Coliseo Raymond Dalmau”, dijo el apoderado Félix “Felo” Rivera tras el triunfo pirata.

“Nuestros jugadores fueron los que mejores jugaron en este torneo y lo demostraron una vez más. Desde aquel juego que le ganamos en tres tiempos extra a los Cangrejeros de Santurce sabía que este equipo tenía las cualidades para ser un equipo especial  y se nos dio. Y en el 2014 seremos aún mejores cuando llegue Nathan Peavy”.

Como parte de los festejos, los Piratas tienen pautado efectuar su caravana de campeones el martes desde las 2:00 p.m., saliendo del Rancho de Rafy, pasando por todos los campos y barrios de Quebradillas hasta llegar a la plaza, donde tendrán música en vivo y otras sorpresas.

“Me siento bien dichoso de haber podido traerle esta alegría al pueblo de Quebradillas. Para ellos han sido 34 años de espera y para mi fueron seis desde el 2009. Ya era hora. Por fin podemos celebrar”, dijo el delantero de los Piratas, Shawn Redhage, quien venía de conformarse con un subcampeonato en Australia con su colega Kevin Lisch al militar con los Perth Wilcats.

“Kevin y yo tenemos una amistad especial y esta victoria nos une aún más. No se nos dio en Australia pero ganamos aquí. Además, estoy bien contento por David (Huertas) y Jonathan (García), porque fuimos parte del grupo original del 2009 y ahora podemos gozar luego de todo este esfuerzo”.

Redhage, junto a Lisch y Ricky Meléndez fueron claves para revertir el juego a favor de los Piratas en la segunda mitad tras estar perdiendo por hasta nueve puntos en la primera fase.

“Yo se los dije en el camerino, que lo que venía era un Tsunami pirata. La intensidad defensiva estaba ahí. Lo que faltaba era que la bola comenzara a entrar. Y una vez Ricky empezó a meter triples y el resto del equipo cogió confianza, las caras cambiaron en el equipo de los Leones en el tercer parcial. Se desfiguraron y el tsunami les pasó por encima. La gente se metió de lleno en el juego y se acabó el partido”, dijo el asistente de los Piratas, Carlos González al describir la virazón de 32-10 que se dio en el crucial tercer parcial.

“Nos dieron un nocaut en ese tercer parcial”, dijo, por su parte, el dirigente de los Leones Nelson Colón.

“Ellos entraron con mucha más energía y tratamos de hacer varias cosas en defensa, pero no nos salía nada. Se nos hizo bien difícil sin Ike Diogu, que prácticamente no jugó por problemas de faltas. Pero este es un equipo joven y regresaremos en el 2014. Este es un quinteto que muchos no lo daban para nada a principios de temporada y nos quedamos a un juego de la final. Me quito el sombrero ante mis muchachos”. 

Unas 5,000 personas vivieron la tensión y luego la magna celebración.