Un espectáculo como la serie final del Baloncesto Superior Nacional lo menos que merece es que se proteja el ambiente familiar que se supone cobije.

Por ello, las gerencias de los Leones de Ponce y de los Capitanes de Arecibo se comprometieron ayer a reforzar las medidas de seguridad en sus respectivas canchas con tal de evitar que se repitan agresiones como las ocurridas el pasado viernes en el coliseo Manuel “Petaca” Iguina y por el cual la liga impuso multas por hasta $32,000 entre ambos equipos.

“Definitivamente vamos a mejorar la seguridad. En el primer juego cumplimos todo lo que nos exigen de seguridad pues teníamos la fuerza de choque estatal y municipal, aparte de 40 personas de seguridad privada. Pero lo que haremos ahora es mejorar nuestras estrategias, teniendo policías mirando hacia las gradas todo el tiempo para evitar que gente lance objetos a la cancha”, dijo el apoderado de los Capitanes, Luis Monrouzeau, cuyo equipo recibió una multa de $10,000 por haber sido el equipo anfitrión en el partido donde se escenificaron los hechos. “Es algo bien lamentable porque no habíamos tenido problemas en toda la temporada hasta este juego”.

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Durante el incidente del viernes hubo una agresión de un fanático de Arecibo al árbitro Aníbal Carrión antes de terminar el juego y otras hacia los jugadores Carlos Emory y Manuel de Jesús, quienes fueron multados por $2,000 cada uno por hacerle frente a sus agresores. Además, hubo un altercado entre los asistentes Bobby Joe Hatton (Ponce) y Raymond Cintrón (Arecibo) que resultaron en multas de $2,000 para cada uno, más un partido de suspensión a cada uno.

Del lado de Arecibo, el gerente general de los Capitanes Ángel Edgardo García recibió un puño al rostro por parte de un fanático de Ponce que fue identificado y se le radicó una querella.

“Se metieron dos fanáticos de Ponce a la cancha. Uno le dio un puño a traición (Angel Edgardo) García y luego salió corriendo para el camerino de Ponce. Y el que le dio es un vendedor que trabaja en el segundo piso del auditorio Juan “Pachín” Vicéns vendiendo nachos. Se formuló una querella contra él”, dijo Monrouzeau.

De lado de los Leones, su apoderado Oscar Santiago también afirmó que se tomaron medidas adicionales para garantizar la seguridad de los presentes cuando los partidos se llevan a cabo en Ponce y hasta se coordinaron asuntos con la seguridad privada de Arecibo.

“Tendremos lleno total en estos juegos y tenemos que dar la milla extra. Tendremos policía estatal y municipal, aparte de la seguridad privada del equipo de Ponce. Además, nos reunimos con la seguridad privada de Arecibo para que nos ayuden en lo que puedan y tratar que estos juegos estén libres de incidentes”, dijo Santiago, quien fuese multado $3,000 por su conducta el pasado viernes al increparle a Carrión la razón de no pitar una técnica a Arecibo tras el oficial ser alegadamente agredido por un fanático del Arecibo.

“Cuando se forma la situación. Un fanático entra a la cancha y agrede al árbitro, entendíamos que teníamos que protegernos. Se podía hacer algo. No se había acabado el juego”, afirmó Santiago, quien desistió luego de protestar la victoria de los Capitanes en el primer juego.

Piden reconsideración 

Tanto los Capitanes como los Leones solicitaron reconsideración en la suma de las multas otorgadas por el BSN tras los incidentes del viernes. Las multas de Arecibo sumaban $16,000, mientras que las de Ponce sumaron $14,000 entre jugadores, dirigentes y gerenciales.

“Vamos a apelar el paquete completo”, dijo Monrouzeau. “Creemos es excesivo tomando en consideración que hicimos todo lo posible por controlar la situación”.

Lo mismo opinó Santiago, quien dijo haber ya enviado su petición de consideración.

“Buscamos que se reduzcan las penalidades y pedimos reconsideración. Ya estamos trabajando en mejorar lo que nos han solicitado”, agregó Santiago.