Con Stephen Curry convertido en una máquina de colar triples y el resto de sus compañeros derrochando intensidad, los Warriors empataron el récord de la NBA con sus 15 victorias en el arranque de la temporada.

De alguna manera han logrado seguir mejorando tras una temporada en la que ganaron 67 partidos y arrasaron en los playoffs.

"Queremos ganar otro campeonato", declaró el alero Draymond Green. "Eso es lo que nos motiva. Creo que somos ambiciosos, pero una ambición sana. Me parece que es mucho mejor tener esa ambición por el éxito que una resaca por el éxito. Creo que estamos en el lado correcto del arco, lo cual es fabuloso".

Los Warriors están a un paso de romper el récord que de momento comparten con los Capitols de Washington (1948-49) y los Rockets de Houston (1993-94) cuando el martes reciban a los Lakers de Los Ángeles.

Luego de restarle importancia al récord al inicio de la temporada, Golden State ahora lo tiene entre ceja y ceja.

"Ahora que hemos empatado el récord, es un enorme logro", dijo Curry. "Nadie sabe si podremos volver a estar en esta posición. Tenemos un gran grupo de jugadores y estamos en condiciones de conseguir algo inédito en la historia de la NBA con todos los tremendos equipos y tremendos jugadores que han militado en esta liga. Eso es especial".

El obstáculo inmediato son unos Lakers que son dueños del segundo peor récord de la liga tras haber cosechado apenas dos victorias en 13 partidos.

Para el entrenador de los Lakers Byron Scott, los Warriors son el mejor equipo que ha visto en mucho tiempo. Y Kobe Bryant señaló que se han dado cosas más extrañas que un conjunto que ande tan mal como los Lakers pueda vencer a otro tan dominante como los Warriors.

"De repente jugamos como los dioses ahí", dijo Bryant el domingo en Los Ángeles. "Nunca se sabe".

Los Warriors alcanzaron este momento con la ayuda de un triple agónico que forzó un tiempo extra rumbo a una victoria de local contra Brooklyn, remontaron 23 puntos para derrotar a los Clippers y una tanda de abultados triunfos.

El margen de diferencia frente a sus rivales es de 14.4 puntos por partido, el más amplio a esta altura de la temporada desde la era dorada de los Bulls de Chicago con Michael Jordan. Luego que fijaron un récord de 72 victorias en 1996-97, los Bulls superaron a sus primeros 15 oponentes por 16.5 puntos al iniciar con marca de 14-1 en la siguiente campaña.

"Son consistentes", dijo LeBron James, cuyos Cavaliers sucumbieron ante Golden State en la serie final la pasada temporada. "Creo que lo más impresionante es que han podido mantenerse en un nivel superlativo por buen rato. Han esquivado las lesiones. Es uno de los equipos que mejor se ha cuidado de las lesiones que yo haya visto en la historia de la NBA y cuentan con gran talento. Todos juegos por un objetivo común y ese es salir a ganar que es lo único que importa".