Su ascenso como una estrella en la NBA fue razón de peso para que Paul George recibiera una  invitación a las prácticas para escoger a los integrantes del equipo de Estados Unidos que participará en la venidera Copa del Mundo FIBA.

No obstante, una seria lesión en la pierna derecha desvaneció no solamente sus oportunidades de hacer el equipo, también la próxima con los Pacers de Indiana. A raíz de dicha situación, ha revivido el debate sobre si jugadores de la NBA deben participar en competencias internacionales y más cuando las franquicias pagan millones de dólares en salarios. George, por ejemplo, entrará en el primer año de un contrato valorado en $92 millones.

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Adam Silver, comisionado de la NBA, adelantó que el dilema será discutido próximamente.

“No anticipo cambios mayores en la participación de la NBA en competencias internacionales”, destacó Silver mediante una comunicación escrita enviadas a varios medios.

“Claro está, no hay dudas de que será un tema caliente en nuestra próxima reunión del Competencia de la NBA en septiembre y en la reunión de la Junta de Directores que será en octubre, además de que continuaremos evaluando los puntos positivos y negativos de participar en torneos internacionales”, agregó.

George es el primer jugador de la NBA que sufre una seria lesión en preparación a un evento internacional desde que los profesionales entraron en 1992 con el famoso Dream Team que participó en los Juegos Olímpicos de 1992. El delantero de los Pacers sufrió la lesión cuando su pie derecho quedó atorado en la base del canasto. George fue operado y, seguramente, no podrá jugar con los Pacers en el 2014-15. La situación la ha dado cierta validez al argumento de Mark Cuban, dueño de los Mavericks de Dallas, que ha criticado abiertamente el uso de jugadores de la NBA.

“Si uno busca la definición de estúpido en el diccionario, encontrará una foto de Team USA jugado gratis para que el Comité Olímpico de Estados Unidos pueda hacer billones de dólares”, dijo Cuban en el 2012.

En términos económicos, los Pacers toman el mayor de los riesgos. Están protegidos al contar con un seguro de incapacidad que entra en vigor después de 41 partidos y cubre el 80 por ciento del salario de George que será de $15.94 millones para la próxima temporada.

“Las lesiones pueden ocurrir en cualquier momento. Las experiencias que disfrutan nuestros jugadores al participar con sus respectivos equipos nacionales, sin embargo, son únicos y especiales en múltiples maneras”, escribió Silver.