Quebradillas. Durante más de una década, Neftalí Rivera le ofreció momentos gloriosos a los fieles fanáticos de los Piratas de Quebradillas. 

Ayer, los quebradillanos quisieron ser recíprocos con el excanastero quien fue pieza clave en los campeonatos del Baloncesto Superior Nacional (BSN) que la franquicia logró durante la década de 1970.

Sin embargo, cientos de personas se quedaron esperando por los restos de Rivera, quien falleció el pasado sábado a causa de un paro respiratorio después de varios días recluido en el hospital Auxilio Mutuo en Hato Rey. Tenía 69 años.

Los rostros de tristeza dentro del coliseo Raymond Dalmau reflejaron no solamente  el repentino fallecimiento del legendario baloncelista, también reseñaban la decepción porque les arrebataron la oportunidad de ofrecerle Rivera una despedida con los merecido honores. 

En horas de la mañana de ayer, Rivera tampoco fue trasladado a la Casa Olímpica en Puerta de Tierra, San Juan, a pesar de que la familia del exjugador había solicitado un espacio de tiempo al Comité Olímpico  para realizar allí una solemne ceremonia. 

“Nuestros deseos siempre fueron complacer a Neftalí Rivera y despedirlo. Nos pusimos a la disposición de toda la familia para que así fuera. Lamentablemente no fue así, pero Neftalí está en nuestros corazones. Confiamos en que este humilde obsequio que le ofrecemos (Rivera) lo escuché en el cielo porque se lo merece. Siempre lo vamos a recordar”, dijo Heriberto Vélez Vélez, alcalde de Quebradillas, a la vez que insistió en que sostuvo múltiples conversaciones por teléfono con la viuda Carmen Pérez con la intención de convencerla para que el féretro de exjugador fuera llevado al coliseo para recibir los respetos de miles de quebradillanos.

Sin embargo, el alcalde no tuvo éxito y tampoco pudo ofrecer una explicación  por la decisión que adoptó la viuda Pérez de no llevar los restos de Rivera al lugar.

“No sabemos qué pasó. Coordinamos un vehículo para que fuera a buscar a la familia, se había confirmado con la viuda, pero algo pasó. No sé si fue la comunicación o qué. (Pérez) hizo unos comentarios en televisión de que no le habíamos contestado, pero todo lo que hicimos fue para complacer las peticiones de la familia”, explicó el alcalde.

El coliseo Raymond Dalmau es el centro que utiliza el municipio para recolectar suministros para las comunidades de Quebradillas y, de hecho, todavía no tiene servicio eléctrico. Sin embargo, un sistema de iluminación fue colocado para la actividad.

Las tenues luces ofrecieron el escenario perfecto para que  Raymond Dalmau, excompañero de equipo de Rivera en los años de gloria en Quebradillas y en los años de estudio de ambos en Nueva York, se dirigiera a los presentes.

“Es un día difícil por el fallecimiento de Neftalí. Sé lo mucho que es querido en este pueblo y en Puerto Rico. Sabemos lo mucho que Neftalí quería al pueblo pirata. Nadie le quitará lo que hizo por Puerto Rico”, dijo Dalmau, quien junto con Rivera participó en nueve finales del BSN durante un espacio de 10 años.

Decepcionados los quebradillanos

Para los residentes en Quebradillas, la partida física de Rivera deja un inmenso vació en la familia pirata.

“Es una tristeza que no podamos despedir a Neftalí. Somos casi familia porque mi hermana de crianza fue su primera esposa. Neftalí es una figura de pueblo. Me duele mucho porque no esté aquí”, dijo Manuel Cruz mientras intentó sin éxito contener el llanto.

“Fue una mala decisión. Él es un hombre de nuestro pueblo”, recalcó.  

Vélez Vélez adelantó que la próxima temporada de los Piratas en el BSN será dedicada a Rivera y, a su vez, ordenará la confección de un busto en honor al excanastero.

“La esencia de los Piratas es trabajar en equipo y es lo que hoy por hoy nos motiva. Le pido a nuestro pueblo que nunca olvidemos a nuestro Neftalí Rivera”, afirmó el mandatario municipal.