“Si es un trabajo de impacto, me encantaría”.

Esas palabras fueron las que Carlos Beltrán utilizó hace unas semanas cuando el gerente general de los Yankees de Nueva York, Brian Cashman, lo llamó para preguntarle cuán interesado estaría en ser considerado para ser entrevistado como candidato para llenar la vacante de dirigente que tiene la organización tras no renovarle contrato este año a Joe Girardi. 

La exploración de Cashman, según lo contó Beltrán al grabar un Ping Pong bien PH para primerahora.com hace unos días, tenía toda la lógica del mundo. El boricua recién había anunciado su retiro del béisbol y hablaba mucho del deseo de pasar más tiempo con su familia.

Ahora bien, Beltrán fue claro ante Cashman de que todo cambiaría si recibe una propuesta para un trabajo de impacto.

Y ahora la cosa va en serio.

Los Yankees anunciaron ayer que se reunirán hoy con Beltrán para una entrevista formal para el puesto. El boricua que cuenta con la experiencia de haber jugado 20 temporadas en las Mayores y que goza de un resumé deportivo digno de una elección para el Salón de la Fama será el sexto candidato que entrevisten los Yankees para la plaza.

Contactado ayer para hablar de la formalizada entrevista, Beltrán dejó saber que no emitirá comentarios hasta que reciba el permiso de parte de los Yankees. Eso no deberá tardar mucho, ya que como parte de su proceso de reclutamiento la novena neoyorquina acostumbra a hacer disponible a sus candidatos a la prensa por dos propósitos principales. El primero es sacar el beneficio de conocer si la prensa ha descubierto algún bagaje negativo que cargue el candidato y del cual ellos tal vez no han conocido. El ejemplo clásico que motiva esto fue el caso en el 2003 en el que los Diamondbacks de Arizona despidieron al exjugador Wally Backman cuatro días después de que lo eligieran para la plaza de dirigente luego que el New York Times publicara que había recibido el puesto pese a que tenía en su récord arrestos por cargos de violencia doméstica y conducir bajo los efectos del alcohol, aparte de que se había declarado en quiebra por los desórdenes económicos que tenía en sus finanzas.

Mientras, la segunda razón del incluir a la prensa en el proceso es para ver cómo el candidato se desenvuelve ante los medios, lo que es un súper requisito en Nueva York ya que los Yankees juegan ante el ojo clínico de cientos de medios de comunicación.

Así las cosas, Beltrán será sometido a ese proceso tal cual ya fueron entrevistados el exjugador Aaron Boone y los coaches Hensley Muelens (Gigantes de San Francisco), Rob Thompson (Yankees), Eric Wedge (Indios de Cleveland) y Chris Woodward (Dodgers de Los Ángeles). Distinto a casi todos esos candidatos, excepto Thompson que ya está en la organización, Beltrán tiene a su favor que conoce bien el sistema de trabajo del equipo y que fue un jugador de impacto en la vida de algunos de los actuales baluartes del equipo tales como Starlin Castro y Didi Gregorius aparte de que llega con la fama de ser un gran inspirador de los jóvenes.

Espada lo considera un gran candidato

Aunque ya no está con los Yankees, el nuevo coach del banco de los Astros de Houston, Joe Espada, considera a Beltrán un gran candidato para el puesto vacante.

“Para mí es una buena idea. Es tremendo candidato para la posición. Carlos es un conocedor del juego pero también sabe explicar y simplificar las cosas a los jugadores. Es un gran comunicador y tiene la paciencia para dedicarle tiempo a alguien y explicar las cosas. Si los Yankees no lo eligen en esta oportunidad creo que comoquiera le deben ofrecer algo para mantenerlo en la organización, porque tarde o temprano él va a dirigir en las Mayores”, dijo Espada. 

Espada, quien dejó los Yankees ante la oportunidad de un ascenso al puesto de coach de banco de los Astros que quedó vacante cuando Alex Cora fue nombrado dirigente de los Medias Rojas de Boston, abundó que Beltrán, sin duda, tiene lo que Cashman busca en la persona que reemplazará a Girardi.

“La salida de Joe Girardi no fue que no estaba logrando comunicarse con sus jugadores. Lo que se busca es ampliar esa comunicación. Hay nuevas maneras de cómo manejar esas comunicaciones. Como Nueva York tiene un grupo joven, necesitan un estilo diferente de comunicación. Hace falta un dirigente que pueda comunicarse con los peloteros americanos, pero también con los latinos. Que pueda hacerlo en inglés y español. Eso es bien importante hoy en día, además de considerar toda la data disponible, para dirigir en las Grandes Ligas y Carlos tiene eso”, abundó.