Sin mucha fanfarría, el jardinero Anthony García es una de las notas positivas dentro de la ofensiva de los Gigantes de Carolina en el primer mes de acción de la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente.

La novena carolinense no las ha tenido todas consigo al inicio de la temporada, al ocupar el penúltimo puesto en la tabla de posiciones, pero García ha logrado demostrar consistencia, al punto de batear para promedio de .294. con un cuadrangular y ocho carreras remolcadas en 17 partidos.

Sin contar los partidos de anoche, sus números tan sólo son superados por los del tercera base Enrique Hernández y Kyle Blanks, quienes batean para .338 y .305, respectivamente.

“Anthony ha dado un cambio del cielo a la tierra de la temporada pasada a esta. No tan sólo con el cambio de posición a pedido de su organización (Cardenales de San Luis), sino también en su actitud en el juego. Tiene más confianza en lo que puede hacer con su madero”, aseguró Edwin Rodríguez, dirigente de los Gigantes de Carolina sobre el jugador que bateó para .200 en los siete partidos que jugó como receptor el año pasado.

Los Cardenales decidieron hacer el cambio de posición en un intento por conservar su madero.

Además de adquirir mayor confianza, García ha cambiado su rutina previa al juego al ser de los primeros en llegar al parque para trabajar con su bateo y mejorar sus destrezas de fildeo. La razón principal es superar la clasificación de Clase A donde jugó este año tras pasar tres temporadas en la Liga de Novatos.

“El cambio de posición ha sido un poco complicado, especialmente en el fildeo. Pero, estoy trabajando fuerte, atrapando batazos en los que tengo que correr hacia atrás. Mi bateo ha mejorado mucho. Creo que en parte es por la confianza que he adquirido juego a juego, pero sé que todavía puedo hacer más. Por ejemplo, poncharme menos”, dijo con una tímida sonrisa García, quien ha sido retirado por la vía del ponche en 12 ocasiones en 51 turnos.