El ascenso a las Grandes Ligas con los Indios de Cleveland le llegó al receptor Roberto “Bebo” Pérez en el momento en que menos lo esperaba.

Pérez se convirtió en el puertorriqueño 303 en hacer su debut en las Mayores para cerrar con broche de oro ocho días en los que cuatro boricuas tuvieron su primera  experiencia en la Gran Carpa.  

“Siempre me dije que tenía que esperar mi momento, que mi oportunidad iba a venir. Decía: ‘tranquilo, ten fe que todo va a pasar”, sostuvo  Pérez.

Y su oportunidad llegó el pasado jueves cuando fue colocado como el receptor titular en la alineación  de los Indios ante los Yanquis de Nueva York.  En su primer partido  en la Gran Carpa, Pérez bateó de 3-2 con un cuadrangular y dos carreras remolcadas.

“A principio de temporada (en las Ligas Menores) yo estaba jugando bien y  pensaba: ‘me van a subir’. Estuve bien pendiente  y nunca ocurrió. Entonces, cuando menos me lo esperaba, cuando menos pendiente estaba, ocurrió.  No me lo podía creer y aún hoy lo estoy  internalizando. Pero, aquí estamos”, aseguró Pérez, quien en tenía promedio de .305 con ocho cuadrangulares  y 43 carreras remolcadas en la  filial de Triple de los Indios.

Sin embargo, en medio de su proceso de internalización, Pérez está claro en una cosa. Su proceso de observación como receptor suplente  de los Indios de Mayagüez en la Liga de Béisbol Roberto Clemente le ayudó mucho a su desarrollo y ascenso a las Grandes Ligas.

Uno de sus principales maestros: el  receptor de los Cerveceros de Milwaukee,  Martín “Machete” Maldonado.

“Siempre tuve mi defensa ahí y solo me faltaba batear con consistencia. Tenía que buscar consistencia. En la liga invernal, cuando uno es suplente, te sienta en el dugout y aprendes. Observas cómo se preparan, miras los swingnes de los de los demás jugadores, ves  la experiencia de todos esos veteranos que  llevan tantos años en la pelota. De todo lo que ves, siempre se te queda algo”,  sostuvo Pérez.

Incluso,  la rivalidad con los Criollos de Caguas en las pasadas series finales de la liga invernal, le  fue de mucho aprendizaje.

“Tengo que aceptar que ver a los Indios enfrentar a los Criollos en una final también me enseñó mucho.  Es una de las mayores rivalidades en Puerto Rico.  Los juegos entre ambos equipos son bien intensos y uno tiene que estar listo para ellos”, manifestó el mayagüezano.