El serpentinero puertorriqueño Jorge López tendrá  a su hijo en mente tan pronto se suba esta noche a la lomita del Petco Park para debutar en las Grandes Ligas con los Cerveceros de Milwaukee.  

Mikel López nació prematuro en mayo del 2013, y pasó un mes en la unidad de cuidados intensivos. Un año después, fue trasferido a un hospital en Miami  y este año le detectaron Fiebre Mediterránea Familiar, una enfermedad hereditaria que tiene episodios repetitivos de fiebre e inflamación y que con frecuencia afecta el revestimiento del abdomen, el tórax o las articulaciones.

Aunque  existe la posibilidad de que el hijo de López necesite un transplante intestinal, Mikel da muestras de franca mejoría en el Cincinnati Children's Hospital Medical Center. 

“Él todavía está en el hospital recibiendo tratamiento, pero es mejor para él estar allí. Yo lo veo sonreír ahora. Eso me hace sonreír”, dijo López en una entrevista con jsonline.com. 

López, de 22 años, fue nombrado el Lanzador del Año  en el sistema de liga menor de su organización luego de una espectacular campaña en la que tuvo marca de 12-5 y efectividad de 2.26 con 137 ponches en 24 aperturas en Doble A.

Tan pronto debute hoy, a las 10:10 p.m., ante los Padres de San Diego, López se convertirá en el puertorriqueño 316 en jugar en las Grandes Ligas, según los registros del historiador  de béisbol Jossie Alvarado.

"Estoy emocionado de ver a mi hijo de nuevo pronto. Pero el martes (hoy), voy a competir. Eso es lo que me gusta hacer ", dijo López a mlb.com.