Va menos de una semana que iniciaron, de lleno,  los campos de entrenamiento primaverales y ya hay una controversia en torno a la figura del nuevo segunda base de los Marineros de Seattle, Robinson Canó.

Pero la controversia no viene de la voz del  jugador,  sino que tiene como raíz las expresiones que hiciera el coach de bateo de  su antiguo equipo, los Yanquis de Nueva York, Kevin Long, acerca  de que el intermedista dominicano no corría duro a la primera base. 

“Si alguien me dice a mí que debo ser un perro, yo haré todo por arreglarlo. Cuando tú escoges no  hacerlo,  dejas la puerta abierta para  que te quemen y eso es tu falta. Cualquiera que fuese la razón, Robbie escogió no hacerlo”, dijo Long al New York Daily News el domingo. 

En el pasado invierno, Canó dejó sobre la mesa una oferta de la novena neoyorquina para aceptar los $240 millones que le ofrecían los Marineros por 10 años. 

Long también habló de los aspectos de su juego que Canó había mejorado en sus nueve temporadas con los Yanquis antes de hacer nuevamente hincapié en la falta de empeño del jugador por  mejorar su corrido de bases.  

“Estoy seguro que (Derek ) Jeter habló con él en varias ocasiones. Si ejecutas en un 80 porciento, nadie te dirá nada. Pero cuando tu  jogueas la línea, incluso no entrás en juego el 98 por ciento de las veces, creas una percepción”, dijo Long.

Long aseguró que esa mala percepción era una lástima, porque a Canó ayudaba a otros. 

"Es una lástima porque Robbie le importaba mucho. Para su último año aquí, se estaba convirtiendo en un líder en el camerino”, enfatizó. 

"Pero, él no iba a tomar esa decisión de ejecutar duro todo el tiempo. Las razones no van a tener sentido. Podría decir que sus piernas no se sienten bien, o que estaba jugando todos los días y que necesitaba guardar su energía. Para mí no hubo una respuesta aceptable”, prosiguió.