De joven, cuando llegaba de la escuela en las tardes, el receptor René Rivera siempre hallaba a su abuelo Ramón Rivera Colón viendo los partidos de los Cachorros de Chicago que transmitía el canal WGN, y se sentaba a su lado a verlos con él.

Y aunque don Moncho, como le apodaban, no llegó a ver a René jugar como profesional, pues murió dos años antes de que su nieto firmara, este fin de semana en Filadelfia su apodo, ‘Moncho’, estará sobre el número 7 de la camiseta que utilizará el receptor bayamonés con los Cachorros, equipo que lo reclamó de la lista de waivers desde los Mets de Nueva York en el pasado fin de semana.

“Cuando me dijeron que venía a Chicago me acordé del tiempo que veíamos los juegos, pero lo más especial fue que el apodo que escogí para este fin de semana que viene es el de él, porque yo no tengo. Lo hice como tributo y es increíble, porque lo escogí cuando estaba con los Mets, y como son las cosas, lo voy a usar en uniforme de Chicago, que era su equipo”, dijo ayer Rivera a Primera Hora vía telefónica desde Cincinnati, donde hoy iniciará una serie contra los Rojos.

Antes de que pudiera vaciar su bulto en su nuevo casillero, Rivera debutó el domingo como receptor titular y pegó un hit en su primer turno con los campeones de la Serie Mundial en el triunfo ante Toronto en el Wrigley Field.

“Me siento súper contento de estar aquí. Siempre he pensado que el cambio es algo bueno. Estar en una organización que el año pasado fue campeona de la Serie Mundial y que me necesiten es algo súper estupendo”, sostuvo Rivera, quien debutó en las Mayores en el 2004 con los Marineros de Seattle.

“No me quejo de nada de los Mets de Nueva York. Estoy muy agradecido de que me dieran la oportunidad durante dos años en una tremenda ciudad y con un equipo de mucha historia”, continuó. “Este año no fue lo que esperaban por las lesiones y las bajas de peloteros importantes, pero ahora para mí estar en un equipo que promete estar en los ‘playoffs’ y poder ayudarlos es algo grande”.

Rivera dijo que el dirigente Joe Maddon y su grupo de coaches, así como los jugadores, le hicieron sentir cómodo a su llegada.

Rivera llega a los Cachorros tras la persistente lesión de ‘hamstring’ del receptor titular, Wilson Contreras.

Chicago adquirió además al receptor Álex Ávila desde Detroit hace unas semanas y trabajó con el novato boricua Víctor Caratini antes de la llegada de Rivera. 

Bajan a Caratini

De hecho, Caratini fue enviado a las Menores tras el arribo de Rivera.

“Caratini va a ser el catcher del futuro aquí. Pero esto es un negocio y en este momento de la temporada los equipos buscan veteranía y por eso estamos aquí. Pero el va a estar aquí luego y le enseñaremos lo que podamos”, dijo. 

Rivera, quien tiene solo un juego de experiencia en play-offs en el juego de ‘wild card’ del año pasado con los Mets, le dio la bienvenida a la posibilidad de estar en la postemporada, cuando los Cachorros marchan primeros en la División Central de la Liga Nacional. 

“Para mí sería espectacular. Estamos bien parados y sería una oportunidad grandísima”, finalizó Rivera, quien compartirá en el camerino con su compatriota Javier Báez.