No existen razones para alterar la fórmula.

El preparador físico Gavin McMillan mantendrá el mismo patrón de trabajo  que ha puesto en práctica para el múltiple campeón mundial Miguel Cotto desde el 2013.

El púgil se encuentra  en Los Ángeles, California, en plena preparación  para su próximo compromiso dentro del ring.

A un mes para que Cotto  enfrente a James Kirkland en Frisco, Texas, McMillan detalló a Primera Hora las rutinas  que ha realizado Cotto durante las pasadas semanas que incluye, entre otras cosas, limitar las carreras de larga distancia para preservar las piernas.

“Durante este campamento, no hemos corrido. Una de las razones es que el clima ha sido muy  pobre. Las lluvias en Los Ángeles nos han mantenido entrenando bajo techo”, compartió MacMillan. 

“Aun así, no tenemos la intención de correr mucho. Nos concentramos más en mejorar la agilidad en los pies y asegurarnos que obtenga la resistencia necesaria para poner en práctica la estrategia de Freddie Roach. Es lo importante para nosotros”, dijo. 

En septiembre, MacMillan pasó dos semanas en Puerto Rico supervisando directamente a  Cotto bajo la premisa de que podría estar de vuelta al ring para el mes de diciembre. 

Sin embargo, ese plan fue descartado cuando el proceso de acordar con  un rival fue dilatado  más de lo anticipado.

“Miguel comenzó la preparación para esta pelea mucho antes de iniciar el campamento. Llegó a Los Ángeles en buena condición física y eso hace nuestro trabajo más fácil”, aseguró MacMillan. 

“Conozco lo que Miguel ha estado haciendo desde septiembre. No me sorprendió en la condición que llegó. Esta pelea (Kirkland) es importante y Miguel es el atleta más disciplinado que he conocido”. 

Cotto tiene 36 años. ¿Algún cambio en la manera de entrenar que se  acomode a su edad?

“Uno tiene que tomar en consideración su edad y nos hemos concentrado más en fortalecer el torso para esta pelea en comparación con veces anteriores. Hace años, tuvo problemas para hacer el peso y  ahora no. Eso hace el trabajo más simple y no nos tenemos que esmerar en perder libras  sino en adquirir la mejor condición posible. En eso nos enfatizamos. Mientras más atlético sea Miguel, mejor se mueve dentro del ring y, por ende, aumentan las posibilidades de ganarle a cualquier oponente”.

¿Por qué enfatizar en mejorar la fortaleza del torso esta vez?

“No lo había hecho en el pasado. Desde el punto de vista que está enfrentando  oponentes más grandes es algo que mentalmente le ayuda. Hace años pasó  una operación en un hombro y hemos enfatizado en mejorar su resistencia particularmente en la parte superior del cuerpo. Siempre tomamos las precauciones necesarias para evitar agravar la zona de la operación y a medida que nos hemos conocido mejor, la confianza ha crecido. La primera vez que trabajamos juntos, Miguel llegó bastante fuera de condición y nos basamos más en mejorar su resistencia cardiovascular”.

McMillan está seguro que después de dos meses de ardua faena,  los resultados quedarán en evidencia el 25 de febrero ante Kirkland.