Pittsburgh. Parecía una noche tranquila en el PNC Park.

Los Rojos de Cincinnati, ya clasificados a la postemporada con el banderín de la división central de la Liga Nacional en sus manos y los Piratas de Pittsburgh , eliminados y pensando en la próxima temporada.

Pero el abridor de los Rojos, Homer Bailey, tenía planes de darle un poco de vida al partido.

El serpentinero derecho lanzó ayer un juego sin hits ni carreras al silenciar por completo a los Piratas en su propia casa en el triunfo, 1-0, de los Rojos de Cincinnati.

Fue el sexto no-hitter que completa un solo lanzador esta temporada, incluyendo los tres juegos perfectos.

Bailey necesitó apenas 115 lanzamientos, 74 de ellos strikes para vencer a los bucaneros. Concedió una base por bolas y ponchó a nueve piratas para sumar su decimotercer triunfo de la temporada.

Pittsburgh simplemente no pudo hacer nada contra Bailey.

En la tercera entrada, un error del veterano tercera base Scott Rolen permitió que al campocorto pirata Clint Barmes alcanzara la primera base, y en la séptima, embasó a Andrew McCutchen, quien llegó hasta segunda en un robo de base.

Pero eso fue lo único que pudieron hacerle a Bailey.

El abridor de los Piratas, A. J. Burnett también estuvo fenomenal al lanzar ocho entradas con tan solo siete inatrapables permitidos y una carrera limpia. Embasó a uno y ponchó a cinco.

Los Rojos le fabricaron la única carrera del partido en la misma primera entrada.

Burnett inició algo frío al permitir sencillos seguidos de Brandon Phillips y Zack Cozart, combinado con un lanzamiento salvaje y una base por bolas a Joey Votto, antes de que Todd Frazier conectara elevado de sacrificio al jardín derecho.

De ahí en adelante, Burnett apretó el brazo, pero no tuvo ningún respaldo ofensivo de sus Piratas, que no pudieron descifrar a Bailey.

En la novena, Bailey se salió tan certero como en sus primeras ocho entradas. Ponchó al emergente Brock Holt, salió de Michael McKenry con elevado al campocorto y retiró a Alex Presley con elevado a segunda para el out número 27.

Fue el primer no-hitter de los Rojos en la carretera desde 1986 y el primero que le sufre Pittsburgh en casa desde 1971 en el Tree Rivers Stadium.

Con el triunfo, los Rojos elevaron su marca a 95-62, mientras que Pittburgh cayó a 76-81.