GUAYAMA. Para el guardabosque Eddie Rosario, estar en Puerto Rico para jugar con el uniforme de los Mellizos de Minnesota será una experiencia “inolvidable”.

Rosario visitó esta tarde la escuela Doctor Rafael López Landón en su pueblo natal de Guayama para un compartir con varios de los maestros que lo vieron crecer hasta graduarse en el 2010 antes de iniciar su trayectoria hacia las Grandes Ligas.

Luego, acudió a un parque de pelota aledaño para ser partícipe de unas clínicas con un puñado de estudiantes de la Carlos Beltrán Baseball Academy, localizada en el municipio de Florida.

“Es muy bonito poder ayudar a los jóvenes”, dijo Rosario.

Rosario ha estado esperando con ansias el momento de estar nuevamente en la Isla para sentir el calor de su gente.

“El sentimiento de estar en mi tierra es diferente. Sé que cuando esté en el terreno voy a sentir una alegría grande. Es un privilegio estar en el país donde uno quiere estar”, compartió Rosario en un aparte con Primera Hora.

Rosario ha jugado con los Indios de Mayagüez en la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente, así como en dos ediciones del Clásico Mundial de Béisbol. Sin embargo, la serie en Puerto Rico tiene un sabor particular. La visita de los Mellizos para una serie de dos partidos contra los Indios de Cleveland en el Estadio Hiram Bithorn a partir del martes en la noche tiene un significado particular para Rosario. El evento servirá de aliciente para una sociedad que todavía padece por el paso del huracán María el pasado septiembre.

“Esta experiencia es inolvidable. No todo el mundo que está en las Grandes Ligas puede jugar en su país. Estar en Puerto Rico será inolvidable. Toda la promoción que Puerto Rico está recibiendo después del huracán María es algo especial”, sostuvo.

Orgullo de Guayama

Una vez Rosario se graduó de escuela superior, comenzó su travesía como pelotero profesional con la organización de los Mellizos. En Minnesota, el joven se ha establecido como uno de los rostros de la franquicia. Su padre Eddie Rosario no podía estar más orgulloso.

“Toda la familia está sumamente orgullosa. Cuando veo lo que ha logrado, los números que ha puesto, es cuando me doy cuenta que es mi hijo. Está metiendo mano. Nuestros sentimientos son de orgullo”, dijo.

El patriarca de la familia aseguró que el pelotero estaba ansioso por viajar a Puerto Rico para la serie.

“Estaba desesperado por venir. El pasado Día de Reyes vino a Guayama para la entrega de unos regalos y en esta ocasión estaba loco por venir, estar con sus amistades y con su gente”, mencionó Rosario padre.