Javier Báez está dispuesto a sacrificar su cuerpo con tal de ayudar a la causa de los Cachorros de Chicago.

Durante la cuarta entrada del partido contra los Marlins de Miami, el joven puertorriqueño salió a toda carrera desde la antesala para perseguir un elevado que salió del bate de J.T. Realmuto.

Báez no parecía sentirse intimidado por la cercanía de las gradas y para asegurar la atrapada, se zambulló de cabeza. El pelotero permaneció en el suelo por varios segundos, pero se reincorporó para regresar al terreno y continuar en el juego.