CLEVELAND. La efervescencia que vive y siente la fanaticada de esta ciudad al ver al puertorriqueño Francisco Lindor lucir el uniforme de los Indios, es tal que personas de distintas edades y generaciones no cesan de mencionarlo como uno de sus favoritos.

Pero ayer, varios entrevistados por este medio reconocieron la gran tradición de éxito que han establecido otros boricuas de antaño que también brillaron en el terreno luciendo los colores de Cleveland.

“Le brindan mucha alegría al juego, especialmente Lindor. No importa qué pase, él está alegre todos los días. Y pienso que eso lo ayuda a jugar también y que eso lo hace mejor jugador porque está alegre. Alomar (Sandy) fue ese líder y ahora es uno de los coaches del equipo”, reconoció John BB, quien lleva puesta una camiseta con el número del otrora receptor y hoy día parte del cuerpo de entrenadores de los Indios.

“Alomar ha sido uno de los favoritos de siempre aquí en Cleveland, justo por ese liderato en el equipo en los 90. Ahora mi favorito es Lindor. Anoche (martes) llevaba su camiseta. No la tengo hoy, pero él está tan contento de estar aquí, y solo tiene 22 años, y tiene habilidades tan sorprendentes ya, que espero que siga así hasta los 40”, dijo por su parte Tim Partlett, quien acompañaba a su amigo John.

“Esperamos que sea el próximo Alomar. Y de aquí a 20 años, espero estar con el jersey de Lindor”, agregó John.

El dúo de amigos y aficionados de los Indios no vaciló en pronosticar que Lindor será algún día el Jugador Más Valioso de la Liga Americana, por lo que ha mostrado con apenas 22 años.

Para Partlett, la razón por la que los Indios tradicionalmente han reclutado jugadores latinos, particularmente boricuas, es sencilla: “¡Son buenos!”, exclamó casi gritando, al tiempo que junto a su amigo recordó que con los Indios también jugaron Carlos Baerga, Roberto Alomar, Juan ‘Igor’ González y Wilfredo ‘Coco’ Cordero.

Las nuevas generaciones de fanáticos de Cleveland también están aprendiendo a amar esa entrega del jugador puertorriqueño, como Travis Ferguson, de apenas 10 años de edad, y quien andaba con su primo Dan Johns, de 25.

Ferguson andaba con un jersey de Lindor, mientras Johns se arropaba del frío en los bajos 40 grados ayer al entrar el Progressive Field, hogar de los Indios.

“Lindor es mi jugador favorito porque siempre tiene esa actitud positiva y siempre está divirtiéndose en el terreno, y siempre la pasa bien con los fanáticos. Creo que los jugadores que vienen de Puerto Rico usualmente son muy buenos”, dijo el chico a este medio.

Dan, su primo mayor, le dio la razón.

“Esa herencia de los Alomar fue grandiosa”, dijo recordando que Roberto, hoy día miembro del Salón de la Fama, jugó un tiempo junto a Sandy en Cleveland. “Recuerdo haber visto a Sandy Alomar jugar en los 90 y siempre ha sido de mis favoritos. Sandy siguió establecido en esta franquicia y nunca lo olvido como un Indio de Cleveland”, dijo sobre el exreceptor, quien sin embargo jugó para varios equipos en las Mayores, aunque 11 de sus 20 años fueron con los Indios.

En ese sentido, Dan desea que lo mismo ocurra con Lindor. “Sé que Lindor va a ser de nosotros por mucho tiempo. Es mi favorito ahora, y tengo una foto de él en mi cuarto, en el calendario”.

Entre la multitud que caminaba por los pasillos en busca de su silla para ver el partido de anoche, estaba Todd Noble, quien llevaba una camiseta con el apellido Baerga en su espalda. Otro aficionado de la vieja guardia que recuerda la aportación de grandes estrellas del pasado como el otrora intermedista que anoche tuvo a cargo el lanzamiento de la primera bola.

“Fue un gran tiempo allá en los 90. Ha sido grandiosa esa tradición (de boricuas). Han sido muchos jugadores sólidos viniendo de Puerto Rico, grandes jugadores. Me gustan muchos jugadores y tengo muchos jerseys, y Baerga fue uno de ellos”, dijo Noble.

“Ahora mi favorito es Lindor, porque es un jugador excitante, joven, siempre sonriente y que se está divirtiendo. De Baerga recuerdo que era un jugador algo bajito, pero que podía batear la bola para buen promedio y con muchas impulsadas. Era divertido verlo jugar en el cuadro”.