Soldados de Carolina del Sur asignados a asegurar el acceso de la PR-184 entre Cayey y Guayama descansan en estos días en casetas sobre el terreno de juego del estadio Yldefonso Solá Morales en Caguas o en catres en los pasillos.

El sistema radial para el envío de comunicación está en la lomita de los lanzadores, mientras que un plato satelital fue ubicado al lado de la primera base.

En el banco del dugout algunos soldados descansan brevemente y en el camerino, donde los dirigentes de béisbol planifican sus estrategias, se estableció el centro de operación de la unidad militar, con mapas y listados de las misiones.

El teniente Thomas Keiser destacó que la naturaleza de la instalación ha facilitado sus labores. No solamente tiene espacio suficiente para el personal y las maquinarias, sino que además se han aprovechado de las enormes máquinas lavadoras de los uniformes de los jugadores de béisbol.

“Establecimos un campamento para los comandos, estamos durmiendo aquí y es un área bien protegida, así que podemos asegurarnos que controlamos quién entra y sale”, sostuvo Kaiser.

“También ha ayudado que es el cuarto edificio más alto de Caguas y tiene un acceso al techo que hemos usado para establecer una antena para llevar comunicación, que llega tan lejos que casi pasa sobre las montañas de Cayey”, agregó.

El estadio no sufrió daños dramáticos por el huracán. Sí impresionan dos torres de iluminación que cayeron al piso.

Pero, según Agustín González, administrador del parque, el estadio no tardaría estar en condiciones de ser usado si se decide jugar béisbol invernal.

“Como piensan jugar de día y dependiendo del daño que haya hecho la torre cuando cayó, se podría jugar porque el terreno parece que está jugable”, 

Kaiser aseguró que están al tanto de que están en un estadio histórico, que no sufrió tantos daños por el huracán.

“Estamos tratando todo lo posible para cuidarlo”, comentó. “De hecho, hemos limpiado bastante y prometimos que limpiaremos más cuando terminemos. Quedará bien y si deciden jugar, no debe haber problemas en hacerlo de día”.

“Es más, ya retamos a un juego de béisbol a la Guardia Nacional de Puerto Rico en nuestro último día. Aceptaron y ya veremos”, afirmó.