Los jugadores de béisbol pasan horas practicando sus jugadas y batazos para que tengan definición, estrategia y planificación en ruta a la victoria. Pero muchas veces, las cosas no salen como se planifican.

Así sucedió anoche, durante la victoria de 3-2 de los Astros de Houston sobre los Orioles de Baltimore, cuando el boricua George Springer causó revuelo luego de que, al golpear una pelota de foul en la primera entrada, esta fuera a parar nada más y nada menos que a una de las freidoras de los concesionarios de comida del estadio.

La reportera Julia Morales, se trasladó hasta el espacio del Minute Maid Park donde consiguió la pelota, que según ella, aún estaba caliente y por supuesto, llena de grasa.

Afortunadamente nadie resultó herido, pero sin dudas, fue una de esas cosas que nadie espera que sucedan en medio de un juego de Grandes Ligas.