Kansas City. Quizás hubo reclamos internos cuando los Tigres de Detroit languidecían a mediados de la campaña con promedio inferior a .500 o cuando en septiembre estaban muy atrás de los Medias Blancas de Chicago.

Este equipo había sido el campeón en la temporada anterior de la División Central de la Liga Americana y se esperaba que tuviera un mejor desempeño con la contratación de Prince Fielder.

Para todos los sectores externos al conjunto, ya estaban olvidadas las elevadas expectativas suscitadas en la pretemporada, y la campaña estuvo muy a menudo cerca de zozobrar.

Después, los Medias Blancas comenzaron a perder impulso y los Tigres, a jugar defensivos; todas las piezas se juntaron para una travesía alegre que terminó el lunes en la noche con una bulliciosa celebración.

Los Tigres, con el poderío del venezolano Miguel Cabrera, principal favorito para el título del Jugador Más Valioso, derrotaron, 6-3, a los Reales de Kansas City para conquistar por primera vez y de manera consecutiva el título de la división, tras lograrlo en las campañas 1934-1935.

“Fue un camino complicado y una temporada difícil pero, en este negocio, hay que resistir algunos descalabros”, señaló el piloto de Detroit, Jim Leyland.

“Este deporte no es para los pusilánimes; rayos, nos castigaron demasiado, muchas veces de manera justificada, otras quizá no, pero, ¿saben?... tenemos capacidad para aguantar”, agregó.

Los Tigres, simplemente, también salieron a dar la pelea. Cabrera pegó cuatro imparables, incluido un jonrón en la sexta entrada, en la que los Tigres anotaron cinco carreras. El venezolano incrementó así sus probabilidades de convertirse en el primer ganador de la Triple Corona desde 1967.

Los Tigres fueron muy cuidadosos en la celebración de su victoria. Llevaron Fre Brut, un vino espumoso sin alcohol, en deferencia a Cabrera, quien había tenido problemas de abuso de alcohol.

Clasifica Oakland

Los Atléticos de Oakland aseguraron quedarse con el último boleto a la postemporada de la Americana con una victoria, 4-3, sobre los líderes de la División Oeste, los Vigilantes de Texas, también el lunes.

De esta forma, eliminaron a los Angelinos de Los Ángeles y a los Rays de Tampa Bay para regresar a la postemporada por el primera vez desde que fueron barridos por Detroit en la serie de campeonato de 2006.

“Es absolutamente increíble”, dijo el dirigente de los Atléticos, Bob Melvin. “No hacer esto a menos que todo el mundo cree en todo el mundo y todo el mundo juegue desinteresadamente”.

El desempeño del equipo de Oakland ha sorprendido a todos, desde el propietario Lew Wolff y el gerente general Billy Beane hasta Melvin, debido al drama que han venido protagonizando una larga lista de jugadores de los cuales nunca se había escuchado hablar antes de esta temporada.

“Nunca pensé que iba a estar aquí en esta época del año”, sostuvo Wolff. “Los jóvenes de este grupo... ¡es tan increíble¡ La última vez que lo hicimos, tuvimos un grupo muy maduro. Aquí tenemos chicos que estarán con nosotros mucho tiempo. Estoy emocionado por este año y el siguiente y el año después. Estamos en la mejor forma que habremos de estar en el futuro”.

Los Vigilantes ahora necesitarán una victoria más en los dos partidos que les restaban el lunes contra Oakland para poder obtener el título divisional por tercer año consecutivo.

“No tengo que enviar ningún mensaje (a los jugadores). Mi equipo sabe qué cosas necesita hacer, aseguró el dirigente de los Vigilantes Ron Washington. “El mensaje fue enviado ayer”.

En la Liga Americana sólo resta por definirse qué equipos terminarán con los títulos divisionales del Este y el Oeste entre los Orioles de Baltimore y los Yanquis de Nueva York, y los Atléticos y Vigilantes, respectivamente, para entonces saber cómo queda el wild card.

Washington ya tiene el título

A pesar de caer, 2-0, ante los Filis de Filadelfia el lunes, los Nacionales se apuntaron su primer título de división Este de la Liga Nacional desde que se mudaron de Montreal en 2005, gracias a una derrota de sus escoltas, los Bravos de Atlanta, 2-1, contra los Piratas de Pittsburgh.

Ahora, los Nacionales acompañan a los Rojos de Cincinnati y Gigantes de San Francisco, campeones de las Divisiones Central y Oeste, respectivamente.

Los Bravos, que precisaban barrer a los Piratas y que Washington perdiera tres contra Filadelfia para empatar en la punta de la división, quedaron como el comodín número uno para la postemporada.

Por otro lado, los Cardenales de San Luis aseguraron el empate por el segundo comodín de la Liga Nacional y arruinar el regreso de Dusty Baker luego de una leve apoplejía, en la victoria, 4-2, sobre los Rojos de Cincinnati.

Los campeones defensores de la Serie Mundial han ganado 11 de sus últimos 14 juegos y aventajan por dos partidos y medio a los Dodgers de Los Ángeles, quienes jugaban anoche en su casa, San Francisco.

Ambas novenas les restan dos partidos por disputar.