Caguas. El exreceptor Iván Rodríguez tenía la agenda repleta de citas en la celebración de su entrada al Salón de la Fama del Béisbol de Cooperstown. Sin embargo, los niños y jóvenes del país tenían un espacio prioritario en ella.

El exgrandesligas habló con aproximadamente 100 niños en una clínica en el Parque de Béisbol Los Campeones de Caguas horas antes de la ceremonia de retiro del número 7 por parte de los Criollos de Caguas en el estadio Yldefonso Solá Morales.

“Estar aquí con estos niños, que son el futuro de Puerto Rico, y ver a sus padres es algo bien positivo”, dijo Rodríguez en una aparte con la prensa luego de fotografiarse con los menores.

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Los participantes fueron divididos en 10 grupos y colocados en diferentes estaciones, en las que estarían practicando sus destrezas de bateo y fildeo por aproximadamente 20 minutos.

En su conversación de aproximadamente 10 minutos con todos los presentes, Rodríguez habló de la importancia de la disciplina y el respeto a los demás dentro y fuera del diamante. 

“Ustedes han sabido, en los últimos días, la importancia que han sido mis padres en mí y mi carrera. Mis padres estuvieron conmigo desde el día uno.  Los mejores fanáticos que estos niños pueden tener son los papás en las prácticas y al lado suyo todo el tiempo, dentro y fuera del terreno de juego, dando el mejor consejo posible. Haciendo de estos niños unos buenos ciudadanos del mañana”,  aseguró Rodríguez.

También instó a todos a aprovechar cada día al máximo y ser los mejores en el área académica.

“Ustedes”, manifestó Rodríguez señalándolos. “Tienen que respetar a sus padres. Tienen que escuchar el consejo de sus padres todo el tiempo. Siempre deben tener buena disciplina fuera y dentro del terreno de juego, en su casa y en la escuela. Siempre deben tener buenas notas. Es muy importante en la escuela”.

Rodríguez mostró una disciplina férrea a lo largo de sus 21 temporadas en las Mayores y  su esfuerzo se vio recompensado la semana pasada cuando fue anunciada su entrada al recinto de inmortales del béisbol. El vegabajeño se encuentra en un selecto grupo de puertorriqueños en donde están el fenecido jardinero Roberto Clemente, el inicialista Orlando “Peruchín” Cepeda y el intermedista Roberto Alomar.

“Si a usted no le va bien en la escuela, no hay béisbol. Se los digo porque yo trabajo con los Vigilantes y eso es algo bien importante. Es importante la disciplina, tener buenos estudios y tener el deseo para jugar este juego. Tienen que respetar el uniforme que ustedes usen. Hay que ser buenos compañeros de equipos y respetar a su compañero. Si son 10, 12 o 24 jugadores, eso quiere decir que son 10, 12 o 24 hermanos lo que tú tienes. Cada vez que practican y juegan con otro equipo, tienen que dar el máximo”, sostuvo Rodríguez.

Rodríguez fue 14 veces al Juego de Estrellas, ganó 13 Guantes de Oro, obtuvo siete bates de plata. Además, fue el Jugador Más Valioso de la Liga Americana en el 1990, uno de 10 receptores que han ganado ese juego. En 2,543 partidos, conectó 2,844 hits, acumuló 572 dobles –para quedar en la posición 26 en la lista de todos los tiempos-, se fue para la calle 311 veces e impulsó 1,332 carreras.