Ni el frío, ni el viento, ni la derrota pudieron empañar la noche de debut del bayamonés José Orlando Berríos anteanoche en Minnesota. Para él, simplemente fue una mala noche, y una mala noche la tiene cualquiera.

Ayer Berríos dijo sentirse muy tranquilo, muy inspirado y muy orgulloso de la actuación que registró el miércoles en la noche en esta nueva etapa de su carrera ante Francisco Lindor y sus Indios de Cleveland, que le endosaron cinco carreras limpias en cuatro entradas de labor para cargar con una derrota de 6-5 ante Cleveland.

“No tuve la victoria, pero la experiencia fue inolvidable”, dijo Berríos desde Minnesota vía telefónica ayer. “El apoyo de la fanaticada, de mis familiares, del pueblo de Puerto Rico era todo lo que deseaba y esperaba, aunque el resultado del juego no. Yo traté de dar lo mejor de mí, pero no se pudo”.

El principal prospecto de Puerto Rico y de los Mellizos, y el número 26 del béisbol según ESPN, subió a una lomita de liga mayor por primera ocasión y laboró durante cuatro entradas completas, en las que permitió seis hits, cinco carreras merecidas y dos bases por bolas, aunque abanicó a cinco.

Berríos tuvo momentos de brillo y realizó muy buenos envíos, aunque  el control como que se le escapó por momentos.

Este dijo que no sintió ansiedad ni nerviosismo, y minimizó el frío de 44 grados y el viento de 14 millas que se registró durante su actuación.

“Antes del juego estaba ansioso, pero hice el primer lanzamiento y  me sentí como en liga menor, nada de ansiedad. El problema fue con mis pitcheos secundarios y eso me hizo difícil la noche, porque comencé a caer atrás en los conteos”, agregó, refiriéndose específicamente a su cambio su y curva. Su recta  llegó  a registrar 97 millas.

Sobre su compatriota Francisco Lindor, responsable de remolcar tres de las cinco carreras que los Indios le hicieron, Berríos no tuvo más que elogios y  sintió hasta orgullo.

“Hablamos después del juego y le dije ‘charlatán... me mataste’. Ja, ja, ja. Le dije que estaba brutal porque le hice un pitcheo que iba a ser bola, bajito y afuera, y él tuvo el alcance para conectarlo bien”, dijo.

“Esta vez él pudo dominarme. Ya veremos la próxima vez. Pero estoy muy orgulloso de él por el año que tuvo en el 2015. Cuando llegué el martes no nos vimos, pero el miércoles me buscó a mi hotel y fuimos a un lugar en Minnesota. Allí  me dio consejos, me habló de su experiencia y me dio mucha confianza”, dijo Berríos.

No obstante, la actuación fue lo suficientemente buena para ganarle a Berríos el apoyo del dirigente de Minnesota, Paul Molitor, quien indicó ayer a medios locales que Berríos tendría una segunda salida, posiblemente el martes.