Guadalajara.- La novena mexicana, jugando ante sus compatriotas y con la presión de hacer un buen papel luego de fracasar en la pasada edición, se complicó la vida rápidamente en la primera noche del Grupo D del Clásico Mundial de Béisbol del 2017 cuando fueron dejados sobre el terreno 10-9 por un equipo de Italia que lucía como el menos poderoso del grupo.

Y fue más doloroso aún, pues ante un abarrotado estadio Charros de Jalisco, dos de los principales representantes mexicanos en el béisbol de las Grandes Ligas, Roberto Osuna y Oliver Pérez, permitieron cinco carreras en la parte baja de la novena entrada de un partido que dominaban 9-5 para el revés en un excitante partido que tuvo seis cuadrangulares y varios cambios de delantera.

Luego de los fuegos artificiales de la ceremonia inaugural, la fiesta de cohetes disparados hacia los jardines del estadio Charros de Jalisco acaparó la acción del encuentro, que fue el primero del grupo que completan Puerto Rico y Venezuela y único de la jornada inicial en el estadio jalisciense. Boricuas y venezolanos se enfrentarán el viernes en la noche a las 8:00 p.m. (11:00 p.m. en Puerto Rico) en el segundo desafío.

Tras la fiesta de apertura en la que se presentaron las banderas de los países participantes en el grupo y se celebró la cultura musical y deportiva de la zona, los lanzamientos de honor fueron realizados por el multimillonario empresario Carlos Slim, el exlanzador Fernando Valenzuela y el primer mexicano en la NBA, Horacio Llama.

Es la segunda ocasión que México sirve como sede del Clásico Mundial de Béisbol. El Foro Sol, del Distrito Federal, albergó partidos de la ronda inicial de la edición del 2009.

Y luego de los globos y las explosiones, empezó la verdadera fiesta.

El mismo primer turno del encuentro, Esteban Quiroz demostró poderío al sacudir desde el lado izquierdo del plato un cuadrangular hacia el jardín opuesto. El batazo rebasó los 330 pies que marca la verja por dicha zona y le dio un eléctrico inicio que celebrar a los 16,000 fanáticos congregados allí.

Con esa ventaja inicial en el bolsillo, el lanzador de los Marineros de Seattle, Yovani Gallardo, salió a la lomita tranquilo y retiró al primer bateador de Italia, Brandon Nimmo.

Sin embargo, el primer lanzamiento que le hizo al segundo, John Andreoli, se quedó en medio de la zona y desapareció entre el central y el derecho para que el encuentro se nivelara 1-1 en un santiamén.

Pero en el tercer episodio, Sebastián Elizalde comenzó con un difícil batazo por la antesala que se convirtió en un indiscutible, y dos bateadores más tarde, Quiroz continuó con su gran noche al disparar un duro batazo por la línea de primera que remolcó fácilmente a Elizalde para el 2-1.

Sin embargo, un certero tiro de Andreoli desde el derecho agarró a Quiroz entre segunda y tercera y fue fusilado.

Pero la cosa apenas comenzaba.

En la cuarta entrada, vuelacercas de Japhet Amador con uno en base despegó 3-1 a los locales, que en el encuentro jugaron como visitantes. De inmediato, hit de Efrén Navarro y un boleto a Luis Cruz prepararon la escena para Elizalde, quien con un sencillo remolcó a Navarro para el 4-1.

En la parte baja del episodio, Gallardo, cedió un hit a Daniel Descalso luego de un out, y Rob Segedin se la desapareció en el siguiente turno para dejar la pizarra 4-3. Otro HR de Chris Colabello por el derecho, en el siguiente turno, niveló 4-4 el marcador.

Faltaban jonrones.

El lanzador ambidiestro Pat Venditte salió a la lomita a enfrentar a Quiroz, a quien le pegó un pelotazo, y luego le cedió un hit a Alex Verdugo. Tras Ponchar a Brandon Laird y eliminar a Adrián González,  Amador pegó hit al izquierdo que llenó las bases.

Venditte entonces llevó al conteo máximo a Navarro, pero le concedió un pasaporte que le dio la ventaja una vez más a los tapatíos, 5-4. El castigo fue que el próximo bateador, Luis Cruz, sacudió un doblete que remolcó dos más y puso la pizarra 7-4.

En la baja de la quinta, Fernando Salas relevó a Gallardo, pero Drew Butera lo recibió con un enorme batazo de cuatro esquinas por el central que dejó el marcador 7-5 y el próximo, Gavin Cecchini, le conectó doblete que provocó que el dirigente González lo removiera de inmediato.

México volvió a la carga en la séptima, cuando Elizalde remolcó a Amador y a Chris Roberson para lo que parecía sería el marcador final, 9-5.

Y tras una octava de relevo de Sergio Romo, vino la debacle.

Osuna salió en la novena y cedió tres dobles seguidos a Francisco Cervelli, Colabello y a Alex Liddi que dejaron la pizarra 9-7 con dos fuera. Drew Butera se embasó por un error y Drew Maggi recibió boleto para llenar las bases.

Oliver Pérez entonces entró por Osuna, pero Nimmo le pegó hit que impulsó a Liddi para poner la pizarra 9-8 y entonces Andreoli pegó el hit de oro que remolcó a Butera y a Maggi y puso fin al partido.

Luego del encuentro, el dirigente de México, Edgar González, enfrentó a los medios y sus preguntas de que pasó por su mente en esa novena entrada y las decisiones de pitcheo que tuvo que tomar.

“Pensando qué se pudo haber hecho diferente, la verdad, no veo nada, ganando 9-5 con uno de los mejores cerradores de Grandes Ligas, hicimos todo lo que pudimos hacer. No venía en su día Osuna, sabemos que es un tremendo pitcher, y hay días buenos y malos para todos los pitcher, hoy no fue su día”, dijo González.

Su contraparte italiano, Marco Mazzieri, elogió el trabajo de sus jugadores, que nunca bajaron la guardia.

“Por alguna razón, cuando Italia gana es una sorpresa para todos. Para los únicos que no es una sorpresa es para estos chicos, ellos juegan a ganar, ellos juegan a ganar en cada picheo. Algunas veces lo hacen, algunas veces no, pero juegan a ganar, como lo hicieron hoy”, expresó Mazzieri.