Cuando corría por los patios interiores de la escuela José Padilla en Vega Baja, Iván Rodríguez era uno más del grupo. La idea de que sería una estrella de béisbol y luego un miembro del Salón de la Fama era una posibilidad lejana.

Sin embargo, Rodríguez logró ambas metas y hoy regresó a espacio donde dio sus primeros pasos en el deporte y, a su vez, completó sus estudios hasta sexto grado.

Como parte de las actividades previas a la fiesta de pueblo, que se escenificará en unas horas en el Coliseo de Puerto Rico, el exreceptor acompañó al gobernador Ricardo Rosselló Nevares durante un recorrido por algunos de los salones de la escuela. También estuvo presente Julia Keleher, secretaria del Departamento de Educación.

“Es muy bonito volver”, sostuvo Rodríguez mientras se abría paso para entrar al plantel. Antes de llegar, desayunó en la Panadería Brasilia junto a sus padres, Eva Torres y José Rodríguez. “Bastante que corrí por esta escuela”, rememoró.

La actividad se transformó en un caos una vez el gobernador entró al plantel. Rodríguez se confundió entre los curiosos que, en su lugar, le prestaron más atención al mandatario a pesar de que la actividad fue organizada alrededor del deportista.

De hecho, Rodríguez se separó del grupo principal y entró por su cuenta a los salones para entregar fotos autografiadas a los estudiantes, que lo esperaban con entusiasmo.

Al concluir el recorrido, Rodríguez se unió nuevamente a Rosselló para una conferencia de prensa. Allí anunció que le dará paso a la construcción de un techo sobre la cancha de la escuela. También, recibió reconocimientos por parte de varios maestros.

Rodríguez tenía en agenda visitar la iglesia Nuestra Señora del Rosario para recibir una bendición especial a cargo de Padre Jorge Morales.