El 2016 fue un año agridulce para el boricua José Orlando Berríos.

Dulce, porque hizo su debut en las Mayores con los Mellizos de Minnesota; agrio, porque fue vapuleado en 14 juegos sin poder establecerse en el equipo grande.

En estos días, la historia del lanzador bayamonés es muy distinta. Él está que se ríe solo y no es para menos.  En su regreso a las Grandes Ligas, Berríos  ha tenido   una sólida demostración monticular que lo ha llevado a acumular récord de 3-0 y efectividad de 1.66 en sus primeras  tres  salidas.

“La confianza... básicamente eso ha sido el resultado de mi juego”, aseguró ayer  Berríos a Primera Hora,  vía telefónica, desde  Minnesota.

Berríos perdió la confianza en su tambaleante debut en las Mayores el año pasado,  luego  de cinco años de completo dominio de sus oponentes en las Ligas Menores.

En 14 aperturas, Berríos tuvo problemas con  su control, cayendo atrás  en el conteo ante los bateadores. 

Su   capacidad de ser una máquina de propinar ponches se vio limitada, al tiempo que tuvo un registro de 3-7 con una altísima efectividad de 8.02. El derecho también otorgó 35 boletos gratis en 58.1 entradas   .

“Del año pasado, aprendí muchas cosas”, dijo Berríos  en medio de  una reflexión sobre su juego. 

Luego de examinar   vídeos, comprendió que debía añadir elementos a su rutina de ejercicios, que le ayudaran a  fortalecer aquellas partes del cuerpo  que impactaban su mecánica de lanzar.

Berríos inició esta temporada en las Menores y no perdió el enfoque. Fue sumamente dominante con marca de 3-0 y tacaña efectividad de 1.13 en 39.2 innings con 39 ponches. Entonces fue ascendido al equipo grande.

Y 13  días después de su primera salida del 2017, Berríos entiende que el plan establecido  junto a su entrenador Josué Lionel va en la dirección correcta.  “Siempre he trabajado fuerte mi físico, el área cardiovascular y la resistencia. Pero, además de eso, este año se le añadió a mi entrenamiento mucho trabajo para mejorar mi movilidad. Se trabajó cada parte de mi cuerpo –los tobillos,  las rodillas, las caderas y el hamstring. Lo trabajamos todo”,  manifestó Berríos, a quien apodan ‘La Máquina’. 

“Muchos le llaman a eso estiramiento. Pero  en realidad no debe ser llamado estiramiento porque uno no se está estirando.  Estábamos utilizando unas bolas pequeñas en esas áreas, rompiendo el tejido. Eso mejoró mi movilidad y por eso se ve que tengo más control en los pitcheos y puedo lanzar más strikes”,  explicó.

Mejoría sustancial

En este punto de la temporada, Berríos ha superado con creces el rendimiento demostrado en sus primeros tres juegos del año pasado.

La cantidad de ponches ha ascendido de 19 a 22 y  las bases por bolas han bajado de 8 a 4  en una comparativa de ambos comienzos. 

 Tan solo ha permitido cuatro carreras en 21.2 entradas trabajadas esta temporada,   seis rayitas menos de las  registradas en los 14.1 episodios que lanzó en sus primeros tres juegos  en el 2016.

“La realidad es que mi nivel de la temporada pasada no estaba como la de este año. Es cuestión de confiar en tus pitcheos y atacar a los bateadores.  Eso es lo que he estado haciendo este año desde el primer pitcheo. Estar encima de ellos. Este año he mantenido la bola cerca del plato y que ellos le hagan swing. Si le hacen swing  o no, es un strike para mí. Esa es mi mentalidad”, manifestó  Berríos.

También se concentra en que cada lanzamiento  sea  de   calidad y sacar  una enseñanza de cada partido.

En la victoria del miércoles ante Baltimore  permitió tres carreras, que fueron tres jonrones solitarios. Aprendió    que tiene que ser más consistente  en su plan de pitcheo.

“Aprendí en ese juego sobre los patrones de lanzamientos. Ese juego fue diferente a los demás.  En los primeros dos juegos estaba lanzándole a los bateadores pitcheos pegados, esta vez  me salí del plan y me fui a lanzarle afuera. Entendí  que debo lanzarle adentro para sacarlos un poco del plato y entonces lanzarle afuera. Eso no lo hice mucho, no lancé mucho pegado y quizás eso fue lo que provocó esos batazos. Ellos estaban  cómodos, pero ganamos”,  sostuvo, cuyo conjunto ocupaba la primera posición en la  División Central de la Liga Americana con  récord de 25-18 y dos juegos de ventaja sobre  Cleveland.

“Siempre quiero estar en la posición en que estoy ahora mismo, que es la de trabajar fuerte y tener  resultados buenos. Para eso me preparo. No tomo eso de que estoy seguro (en mi puesto) sino que mi mentalidad es que  yo no quisiera volver a lo que me sucedió el año pasado”, concluyó Berríos.