El pelotero Kike Hernández tuvo hoy un momento más para celebrar la salud de la cual goza hoy su padre, quien es sobreviviente de cáncer.

Ambos se disfrutaron el día a bordo de una carroza que formó parte de la tradicional para del nuevo año, la Parada de las Rosas en Pasadena, California, invitados por el ejemplo de supervivencia que se puede tener hoy día sobre el cáncer.

Junto a ellos estuvo también el exejecutivo del béisbol de las Grandes Ligas y de los Dodgers de Los Ángeles, equipo para el que juega Hernández, Fred Claire, quien también ha sobrevivido el cáncer.

El boricua era sin dudas la gran figura en la carroza al presentarse vestido con su camisa de juego. Fue un momento que anticipó que nunca olvidará.

“Mi padre sacrificó tantas cosas para ayudarme a lograr una carrera en el béisbol. Su sueño siempre fue ser un jugador de las Grandes Ligas. Eso nunca sucedió. Pero ahora vive no solo su sueño sino el sueño de su hijo. Así que esto es especial para él. Este será un día que nunca olvidaremos por el resto de nuestras vidas”, le declaró Hernández al diario Los Ángeles Times.

Poder participar de la Parada de las Rosas tuvo un precio para Hernández y su familia. Ello fue no poder despedir el año en Puerto Rico, donde sí pasaron el periodo de la Navidad.

Hernández padre es sobreviviente del cáncer mieloma múltiple. En el verano del 2016 fue sometido a un transplante de células madres que le ayudó a recuperar su salud.