El receptor Yadier Molina, el jardinero Eddie Rosario y el tercera base Carlos Correa son solo algunos de los jugadores que se desarrollaron en las dos principales ligas infantiles del País. 

Los coaches y entrenadores, en su mayoría, hacen su trabajo de forma voluntaria con estos niños y jóvenes, primeramente, para formar ciudadanos de bien. Lo hacen a pulmón. “Nosotros no hacemos esto para que los jugadores lleguen a Grandes Ligas. Lo hacemos pensando en sacar a los niños de las calles. Darle a los jóvenes una oportunidad de desarrollar sus habilidades para que puedan optar por una beca deportiva para estudiar. Queremos hacer ciudadanos de bien”, dijo el presidente de la American Congress, Roberto Hernández.

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La American Congress tiene cerca de 10,000 voluntarios que trabajan todas las semanas con niños entre los 6 y 17 años. Al momento, Hernández dijo que no reciben ayuda del Departamento de Recreación y Deportes (DRD) ni de la Federación.

“Nosotros no recibimos ninguna ayuda gubernamental. En el pasado, los únicos que nos ayudaron fueron David Bernier y Henry Neumann cuando fueron secretarios del DRD”, explicó Rodríguez.

“El trabajo se hace de forma voluntaria y se pone dinero de nuestros bolsillos pensando que este trabajo ayudará en el porvenir del País”, explicó Rodríguez. 

El presidente de las Pequeñas Ligas, Carlos Pagán, también está contento con el fruto desarrollado en sus ligas y que ahora brillan en el Clásico. De los 28 jugadores que componen el roster activo, 23 fueron desarrollados en las ligas locales. 

“Hace varios años dije que esperaran, que lo que estaba por venir iba a poner el nombre de Puerto Rico en alto. Ahora que lo estamos viendo, me pongo contento y le aseguro a todos que esto no se detendrá con ellos. Hay mucho talento que brillará en el futuro”, manifestó Pagán, quien aseguró que en el pasado su organización recibió ayudas legislativas.