La percepción histórica es que Jackie Robinson fue el responsable de derribar la segregación racial en las Grandes Ligas en 1947. Sin embargo, casi siete décadas después, todavía existe una fracción de discrimen y racismo hacia los peloteros que componen la minoría, particularmente los latinos y los puertorriqueños.

Durante el conversatorio “Discrimen de Grandes Ligas”, el panel compuesto por los expeloteros Alex Cora y Juan “Igor” González, acompañados por el historiador de béisbol Jossie Alvarado, expuso que, a pesar de que en el presente existen mayores consideraciones hacia el grupo que compone la minoría, aún falta camino por recorrer. 

La actividad estuvo enmarcada en la serie documental de dos partes “Jackie Robinson” que será transmitido el 18 y 19 de abril por Sistema TV de la Universidad Metropolitana. 

“Desde la década de 1980 para acá, el discrimen racial es más tapado. Siempre he dicho y sostengo que cuando uno va a invadir terreno ajeno, no es de esa cultura, el lenguaje no es el mismo, todo es diferente a lo que exigen allí. No pasé mucho porque siempre fui con el propósito de jugar béisbol y hacer las cosas bien. Mi sueño era llegar a Grandes Ligas y abrir las puertas para otros puertorriqueños”, dijo González, dos veces Jugador Más Valioso (1996 y 1998) de la Liga Americana. 

González también hizo alusión a la regla de que los equipos están obligados a contratar minorías en las distintas posiciones de entrenadores.

“Eso es para que no digan que se han olvidado de la raza negra, para tapar, pero no podemos olvidar que los equipos son de ellos (los blancos), tenemos que obedecer para poder sobrevivir y triunfar en ese nivel. No es fácil, pero tampoco imposible”, agregó González.

El exguardabosques que vistió la camiseta de cuatro organizaciones relató que una de las pocas veces que percibió un poco de discrimen fue durante sus días en ligas menores.

“Muchas veces no me daban pon, pues me iba a pie tranquilo. Pero luego las organizaciones tuvieron guaguas para llevar a los muchachos latinos al parque, además de que ahora los equipos tienen coaches latinos, lo que hace mucho bien al pelotero latinoamericano para que sea más cómodo desarrollarse y seguir aprendiendo”, sostuvo González.

Cora, por su parte, resaltó que las organizaciones se han percatado del valor que tienen los peloteros latinos, especialmente, ante la estrategia de MLB dirigida a globalizar el deporte y la marca.

“Antes de peloteros como Juan, Roberto Alomar e Iván Rodríguez, hubo otros que se sacrificaron y sufrieron. Pero cuando vemos a jugadores que las organizaciones los respetan, que saben que para ser equipos ganadores hay contar con ellos y con otros peloteros latinos, es necesario tratarlos mejor”, dijo Cora, quien ha sido entrevistado en dos ocasiones para la posición de dirigente en las Grandes Ligas.

El trío también coincidió en que los trazos de discrimen están presentes cuando algunos miembros de la Asociación de Cronistas de América ejercen los votos para el Salón de la Fama de béisbol.

“En el 2010, el periodista de Nueva York Martin Noble, que cubría los juegos de los Mets de Nueva York, no votó por Roberto Alomar en el primer año de elegibilidad simplemente por la situación de árbitro, y se salió de la jugada cuando dijo que al siguiente año iba a votar por Alomar. Casos como esos uno se encuentra en el camino, que complican más sobre quién debe estar y quién no estar en las Grandes Ligas”, sostuvo Alvarado, autor de tres libros que recopilan la historia de los puertorriqueños en el béisbol organizado.