El campocorto venezolano Asdrúbal Cabrera fue transferido por los Indios de Cleveland a los Nacionales de Washington y rápidamente comenzaron a sonar las alarmas: “Por ahí viene el ascenso del puertorriqueño Francisco Lindor”.

Sin embargo, eso no se dio en la fecha límite que tenían los equipos para hacer cambios sin que los jugadores pasaran por la lista de “waivers” y la gerencia de Cleveland  envió un mensaje claro de que su róster tiene otros jugadores, como el puertorriqueño Mike Avilés y el novato José Ramírez, para llenar el espacio dejado por Cabrera.

El ser humano se caracteriza por hacer especulaciones y desarrollar teorías de conspiración, así que no faltará en las conversaciones un tópico relacionado con un ascenso rápido para que no comiencen a contar desde esta temporada  sus años de servicio. 

Pero la realidad es otra y cada organización tiene un plan sobre cada jugador. Lo que sí puede asegurarse es que Lindor fue ayer tema de conversación,  antes  y después del canje, de la misma forma que ha sido un tópico importante para los Indios  desde que comenzó su carrera como profesional en Clase A baja luego de ser seleccionado en el  Sorteo de Novatos del 2011.

Lindor, quien ha sido elogiado por su madurez en el terreno de juego, comenzó  este año en Doble A, donde tuvo promedio de .278 con seis cuadrangulares, 12 dobles, 48 carreras remolcadas  y 25 bases robadas en 88 partidos. 

“Está listo para jugar en las Grandes Ligas. De eso no me queda duda, la capacidad y liderazgo que él demuestra en el terreno de juego es mucho mayor que un jugador de su edad. No me extrañaría que sea ascendido pronto”, dijo el ex grandesligas y dirigente de los Indios de Mayagüez, Carlos Berga, días antes de que Lindor fuera enviado a Triple A. 

En ocho partidos en la más alta clasificación en las Ligas Menores, Lindor batea para promedio de .323 con 10 hits,  un doble, dos cuadrangulares y cuatro carreras remolcadas en 31 turnos al bate. 

Esos son números que han hecho plantearse a algunos periodistas, fanáticos  y conocedores del deporte, la posibilidad de que  sea ascendido en algún momento a finales de agosto.

Para el ex dirigente de los Marlins de Miami, Edwin Rodríguez,  los jugadores como  Lindor pertenecen a una clase de peloteros   que ascienden cuando las organizaciones entienden que están listos para establecerse en las Mayores. 

“Desde hace dos años está listo para subir a las Grandes Ligas, pero la pregunta que muchas personas  no se plantean es si el jugador está listo para establecerse. Lindor lleva de dos a tres meses  demostrando que puede hacerlo”, sostuvo Rodríguez. 

“Los jugadores como Lindor no ascienden solo para llegar. Ellos ascienden para quedarse en las Grandes Ligas y las organizaciones  lo llamarán cuando entiendan que están listos”, prosiguió Rodríguez, quien dirigió a Lindor en 21 partidos el año pasado.    

Según Rodríguez, en esa clase en la que está Lindor se encuentran el jardinero de los Astros de Houston George Springer, el jugador del cuadro de los Cachorros de Chicago Javier Báez  y el lanzador de los Mellizos de Minnesota José Orlando Berríos. 

“Ellos no son peloteros  de emergencia que la organización sube cuando alguien se lesiona o por corto espacio de tiempo. Entonces cuando  ese tiempo  se agota, los equipos los bajan. Ellos ascienden para ser una ficha importante en los equipos”, sentenció Rodríguez.