Si los baños portátiles le causan repulsión por el aroma que emiten, imagine cómo estaban los pasillos del Wrigley Field, hogar de los Cachorros de Chicago.

Resulta que los trabajos de remodelación en el vetusto estadio todavía no estaban completados para el partido del domingo entre los Cardenales de San Luis y los Cachorros. Peor aun, no todos los baños estaban en condiciones óptimas para ser utilizados, lo que provocó largas filas de personas que requerían hacer sus necesidades. 

Imágenes de las extensas cadenas de personas comenzaron a circular por las redes sociales. Se estimó que el tiempo de espera era de 30 minutos y, en ocasiones, hasta más. El punto de desesperación fue tal, que algunos utilizaron los vasos de cervezas o refrescos para vaciar la vejiga. 

La gerencia de los Cachorros tomó medidas para evitar que la situación se repitiera colocando baños portátiles en puntos estratégicos.