Previo a la temporada de 1960, el astro boricua Roberto Clemente pidió un aumento de salario a los Piratas de Pittsburgh. Sin embargo, Clemente lo que recibió, quizás, fue el insumo que necesitaba para convertirse en uno de los mejores jugadores de la historia del béisbol.

Camino a su sexta campaña en las Grandes Ligas, Clemente le solicitó aumentar su salario para 1960 de $20,000 a $23,000. En cambio, el 16 de febrero de 1960, Clemente recibió una misiva por parte del entonces gerente Joe L. Brown, quien sin tapujos explicó sus razones para denegar el pedido de Clemente.

Según Brown, Clemente tuvo una temporada “justa” en 1959, pero no lo suficiente como para que se le aumentara el salario. “Para que puedas recibir más de $20,000 al año, debes contribuir de mayor manera que de lo que hiciste el año pasado”, dice la carta que Brown le envió a Clemente y que fue publicada por el reportero de negocios de ESPN, Darren Rovell, en su cuenta de Twitter.

Brown detalló las estadísticas en las que Clemente no estuvo tan efectivo. El gerente destacó que el carolinense solo recibió 15 pasaportes en el 1959 y su promedio de llegar a bases fue el sexto de los ocho regulares de los Piratas. A esto le sumó que el porcentaje defensivo de Clemente (.948) fue el más bajo entre los jugadores regulares en toda la Liga Nacional.

“No quiero decir, Roberto, que no fuiste de valor en 1959, pero el salario de $20,000 que se te ofrece es uno bueno y el cual siento sinceramente es justo en todas las maneras”, escribió Brown, quien dejó claro que Clemente tenía un gran potencial en ese momento.

“Tú tienes una gran habilidad y puedes convertirte en uno de los mejores jugadores en el béisbol, si alcanzas tu potencial. Espero que 1960 sea el año en el que utilices todo el tanto que posees que Dios te dio”, subrayó Brown. 

Quizás, esta carta fue lo que encendió la chispa en Clemente, quien desde la campaña de 1960 sumó 15 invitaciones al Juego de Estrellas (que incluye los años que se celebraban dos clásicos), además de figurar octavo en la votación al Jugador Más Valioso de la Liga Nacional.

Además, en la Serie Mundial de 1960, Clemente bateó para .310 con nueve indiscutibles y tres remolcadas en el triunfo de los Piratas en siete juegos.

Entonces, desde 1961, Clemente comenzó su cadena de 12 Guantes de Oro, fue cuatro veces campeón de bateo, en dos ocasiones lideró la liga en indiscutibles y fue el Jugador Más Valioso en 1966.

Mientras, en 1971, fue el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial, en la cual Pittsburgh derrotó en siete juegos a Baltimore.

El despunte de Clemente parece que inició con aquella carta.