La histórica dinastía yankee completará este domingo el retiro de todos los números entre el 1 y el 10 en honor a las glorias que los utilizaron a lo largo de su historia.

Solo faltaba el número 2 que utilizó hasta el 2014 ‘El Capitán’, el excampocorto Derek Jeter, quien marcó la voluminosa historia de los Mulos del Bronx, guiándolos a conquistar cinco coronas de Serie Mundial entre 1996 y 2009 en una carrera que de seguro lo llevará al Salón de la Fama en unos años.

Y además de dejar su huella en la fanaticada yankee y en la historia de la franquicia con sus 3,465 hits, marcó además a quienes jugaron con él o en su contra a lo largo de 20 temporadas, incluyendo a varios exjugadores puertorriqueños que lo conocieron, y que hoy lo elogian con las mismas palabras que se usarán el domingo y que hemos escuchado por años: un excelente pelotero y un excelente ser humano.

“Muy buena persona. En mi casa tengo una camisa firmada por él deseándome buenas cosas. El tipo es un ídolo”, manifestó el exlanzador derecho Joel Piñeiro. “Desde el 2000 hasta que me retiré (2011) me le estuve enfrentando. Y sí, me dio sus palos, pero en otras ocasiones lo retiré. Es tremenda persona, una superestrella dentro y fuera del terreno. Para el Salón de la Fama debe ser un ‘first ballot’”.

Este recordó que por el carácter afable de Jeter, y su profunda amistad con el exreceptor de los Yankees, el boricua Jorge Posada, Jeter vistaba Puerto Rico con frecuencia, y que en varias ocasiones, invitado por Posada, pudo compartir cenas con el excampocorto. Incluso, hasta su hijo mayor tuvo la oportunidad de conocerlo y compartir con él.

Piñeiro, quien durante 12 temporadas en las Mayores lanzó para los Marineros de Seattle, los Medias Rojas de Boston, los Cardenales de San Luis y los Angelinos de Los Ángeles admitió que Jeter era –posiblemente al igual que para muchos otros lanzadores– uno de los bateadores más difíciles de ponchar para él.

“No sé si lo dominé o no. No sé los números. Si sé que me le enfrenté muchas veces y lo saqué de out, y me dio bastantes hits. Siempre con él era adivinar, porque tú decías ‘ahora le voy a tirar pegado’ y, no importaba lo pegado que fuese, el hombre dejaba las manos atrás y te bateaba hacia el otro lado. Te la bateaba de foul, te daba hit o hacía algo. Era uno de los mejores ‘inside out hitters’. Pero para mí es uno de los pocos que se puede considerar como un ‘role model’ y una de las personas que yo le diría a mis hijos que siguieran”, dijo el riopedrense.

Por su parte, el ponceño Javier Vázquez tuvo la dicha de tenerlo de su lado como parte de los Yankees y además de lanzarle, y estuvo de acuerdo con la descripción de Piñeiro sobre lo difícil que era lanzarle a Jeter.

En su carrera de 14 temporadas, Vázquez acumuló 2,536 ponchetes y militó con los Yankees en las campañas de 2004 y 2010. Además lució los colores de los extintos Expos de Montreal, Diamondbacks de Arizona, Medias Blancas de Chicago, Bravos de Atlanta y Marlins de Florida.

Un out difícil

“Siempre fue un out difícil porque hacía mucho contacto”, recordó Vázquez. “Creo que es bien merecido (que le retiren el número) porque lo que hizo dentro del terreno y fuera lo hace más que merecedor de eso. Entre los fanáticos siempre fue una línea”.

Vázquez pudo compartir más con Jeter por haber compartido el mismo clubhouse durante dos campañas, pero recordó que igualmente, a través de Posada, pasaron momentos gratos, y aunque no guardaron una amistad como la que tienen Jeter y Posada, lo saluda con frecuencia cuando se encuentran en los estadios de las Mayores. Vázquez ahora labora para la Major League Players Association (MLBPA).

“Cuando había algo importante que decir en el ‘clubhouse’ él era quien lo decía. Si tenía que decirte algo te llamaba aparte y lo hacía. Desde afuera, cuando jugabas en contra, uno tal vez no podía saber cómo él era en realidad. Pero como compañero te dabas cuenta de qué era lo que lo hacía tan grande. Era lo que se dice un líder callado, que lo que hacía sobre el terreno y cómo se comportaba fuera de él eran lo que lo hacían especial”, expresó Vázquez.

Destacan su humildad

El exinfielder Carlos Baerga también tuvo la oportunidad de conocer a Jeter, y destacó su ética de trabajo y su humildad.

“Primero que todo era un caballero, y yo nunca había visto un tipo que siendo un caballo, un líder, siempre fue la misma persona. Algo que le caracterizaba era que no fallaba. Era el primero en el ‘stretch’, cogía roletas, salía al terreno a practicar… todo siendo una estrella y ganando campeonatos”, expresó Baerga.

El exintermedista y antesalista jugó 14 temporadas en las Mayores con los Indios de Cleveland, los Mets de Nueva York, Padres de San Diego, Medias Rojas de Boston, Diamondbacks de Arizona y Nacionales de Washington. Fue dos veces Bate de Plata y tres veces seleccionado al Juego de Estrellas.

Y dice que la humildad y el don de gentes de Jeter fueron quizá lo que más le impresionó al conocerlo.

“Él siempre tenía el mismo espíritu y siempre saludaba a uno por respeto. Una vez me dijo ‘tú eras uno de mis bateadores favoritos’ y yo lo miré y le respondí: ‘muchacho… si yo soy el que te admira a ti. Si tu eres el pelotero que todo el mundo quiere ser!”, manifestó Baerga.

“Es un tipo bien humilde. Todos los peloteros puertorriqueños que jugaron con los Yankees siempre me dijeron lo mismo. Muy merecido (el retiro de su número)”, finalizó.