Los Medias Rojas de Boston despidieron el jueves al manager Bobby Valentine, luego de una temporada en la que no consiguió restablecer el orden en un equipo que se derrumbó de manera estrepitosa durante la búsqueda del título divisional en 2011.

En vez de enderezar la marcha, Boston tuvo una campaña incluso peor. Valentine tuvo un récord de 69-93 al frente de un club plagado de lesiones, cuya directiva terminó arrojando la toalla y cediendo a algunos de sus mejores peloteros.

Sin el mexicano Adrián González, Carl Crawford ni Josh Beckett, los Medias Rojas ahorrarán 250 millones en salarios futuros y tendrán la oportunidad de reconstruirse para la próxima temporada.

Pero Valentine no estará en ese proyecto.

El piloto fue contratado como reemplazo de Terry Francona, que ganó dos veces la Serie Mundial pero perdió el respeto de los peloteros en 2011, durante un colapso sin precedente en septiembre, el cual dejó a Boston sin un boleto que parecía tener en la bolsa.