Hermosillo, México. La tristeza era evidente en el equipo de Puerto Rico luego de ser blanqueado el miércoles, 10-0, por los Yaquis de México en su último partido de la Serie del Caribe.

No era para menos. Después de un frío inicio en el que perdieron los primeros tres compromisos, los Criollos ganaron dos al hilo y se colocaron a un triunfo de pasar al partido final por el campeonato de la Serie, algo que no consiguen hace 13 años.

Pero México, de la mano de su abridor, Luis Mendoza, se cruzó en su camino y envió de regreso a casa a la tropa boricua , una vez más, con las manos vacías.

Sin embargo, el dirigente Pedro López aseguró que sus jugadores no tienen por qué bajar la cabeza.

“Les dije a los muchachos después del juego que no quería que estuvieran con la cabeza baja porque enseñaron mucho carácter. No podemos hablar qué hicimos o qué no hicimos. Mendoza hizo una gran labor y el crédito es de él”, sostuvo López.

En efecto, Mendoza fue amo y señor de la noche, y llevó el juego sin hits hasta la octava entrada y, además, ponchó a nueve criollos.

Puerto Rico finalizó el certamen con récord de 2-4, bueno para la tercera posición.

“Luchamos, batallamos. Lamentablemente, el bateo oportuno no se vio en los primeros tres juegos. Creo que tuvimos la oportunidad de ganar los partidos en que fuimos derrotados, pero no se dio así... chocamos con buenos lanzadores”, concluyó López.