MANATÍ. Para Carlos Beltrán, el tiempo de conectar cuadrangulares en las Grandes Ligas terminó. No obstante, continuará acumulando hits en Puerto Rico.

Beltrán, quien esta semana anunció su retiro definitivo como jugador activo, regresó ayer a los espacios que dejó cuando firmó su primer contrato profesional con el fin de perseguir sus sueños de ser un pelotero en las Grandes Ligas. 

El manatieño aprovechó una breve estadía en Puerto Rico para darle una mano a su fundación en la repartición de ayudas de primera necesidad a los damnificados por el paso del huracán María.

Además, visitó la escuela Fernando Callejo de Manatí, lugar de donde se graduó en 1995, para ser homenajeado por los presentes, antes de repartir ayuda a los estudiantes.

Beltrán previamente trabajó iniciativas similares a esta desde la distancia. Mientras jugaba con los Astros en los playoffs, su Fundación Carlos Beltrán llevó ayudas a 18 municipios. El futuro hall of famer dijo que su plan de ayudas no terminaría ayer. 

“Desde que pasó la tormenta hemos estado trabajando tratando de repartir suministros a distintas partes de Puerto Rico. Sé que nos falta mucho”, compartió Beltrán.

Beltrán arribó a la Isla anteanoche y, enseguida, se unió a los trabajos que lleva organizando su fundación desde septiembre.

Durante la mañana de ayer, llegó con su esposa Jessica al centro de acopio en el Parque Industrial Las Cuevas, en Trujillo Alto, para observar y también asistir en la preparación de las cajas con los artículos que fueron repartidos entre alumnos de la escuela y en los sectores Cerro Gandía y Cantito de Manatí. En total prepararon 600 cajas de ayuda. 

Una vez en el plantel escolar, ofreció un corto mensaje cuando fue rodeados por los estudiantes.

“La gente dice que la juventud está perdida, pero soy de los que piensa que están un poco desmotivados y que tienen que buscar la pasión que entiendan que es importante para ustedes”, pronunció. 

Ofrece una mano

La ayuda repartida fue bienvenida por las familias con necesidades que impactó ayer.

“La visita de Carlos nos llena de orgullo. Especialmente que haya tomado de su tiempo para ayudarnos”, afirmó María Colón, líder comunitaria. 

“Cuando hicieron la repartición en el Acrópolis, las personas que teníamos gasolina en los carros llevamos a los vecinos que pudimos. Aunque hemos recibido otras ayudas nos sentimos orgullosos de que Carlos nos está dando la mano”, continuó. 

Por su parte, Beltrán dijo sentirse complacido con los esfuerzos realizados por los que lo han ayudado y sobretodo admira el entusiasmo de cada uno de sus voluntarios. Por ellos y por los tantos necesitados, dijo que está determinado a continuar trabajando arduamente para ofrecer las asistencias necesarias.

“Esto es positivo. De esto es que se trata, buscar la manera de tener compasión con las personas que están pasando por situaciones difíciles en Puerto Rico”, dijo Beltrán.

Las imágenes de la devastación que Beltrán apreció a través de las redes sociales y, a su vez, en televisión, siguen frescas en su memoria. Ayer fue la primera vez que Beltrán vio personalmente los remanentes de la devastación debido a que se encontraba activo con los Astros de Houston, novena que ganó la pasada Serie Mundial.

“Por lo poco que he visto, está mejor en parte que cuando se compara con las fotos al principio, cuando no había verdor. Todavía hay situaciones y se ve que hay necesidades. Uno ve los postes (de electricidad) y los cables en el piso que son evidencia de la devastación que dejó el huracán, pero el plan es que todo esto se puede resolver”, concluyó Beltrán.