El dirigente de los Tigres de Detroit Brad Ausmus sigue muy, pero que muy enojado en esta temporada. Su equipo está por debajo de .500 (17-21), su trabajo está en cuestionamiento y quién sabe lo que suceda con él en el futuro.

Quizás eso podría catalogarse como frustración, lo que hizo que en la noche de ayer, lunes, Ausmus perdiera el control en su propio estadio, el Comerica Park.

Los Tigres sacaron una ventaja de 8-0 en la primera entrada ante los Mellizos, anotando siete carreras sin respuesta durante las próximas tres entradas. Cuando el tercera base Nick Castellanos se ponchó, miró seriamente al árbitro detrás del plato, fue el tercer out de la cuarta entrada.

Ahí fue que Ausmus intervino en defensa de su jugador. Aunque no se puede descifrar las palabras exactas, Brad sacó múltiples reacciones, al nivel de quitarse la sudadera y colocarla tapando la almohadilla del home.

Tal vez fue un gesto simbólico destinado a indicar qué tan efectivamente pensó el árbitro al cantar las jugadas.

Ausmus fue expulsado del juego, que finalmente ganó Detroit 10 a 8.