Luis Alvarado tiene sus prioridades bien definidas. 

Como estudiante de la Puerto Rico Baseball Academy and High School pudo haber firmado un contrato como jugador béisbol profesional cuando los Medias Rojas de Boston lo escogieron en la ronda 33 del sorteo de novatos de 2014. 

Sin embargo, optó por iniciar sus estudios en gerencia de restaurantes y turismo en la Universidad de Nebraska. Tres años después se encuentra en una situación similar. 

Los Marineros de Seattle lo reclamaron en la decimotercera ronda del reciente sorteo forzándolo a colocar nuevamente en una balanza sus opciones de regresar a Nebraska o de iniciar su paso por el béisbol organizado.

“En aquel momento no me sentía preparado física y emocionalmente. También quería pasar por la experiencia de la universidad. Tuve la opción de ir a una con un prestigio académico aunque no fue fácil porque el sueño es ser pelotero profesional y más cuando Boston es mi equipo favorito. Pero desde el principio sabía lo que quería hacer”, compartió Alvarado cuando ayer fue presentado como uno de los escogidos de la institución de Gurabo.

Alvarado ayer no se aventuró a decir si firmará un contrato con Seattle, pues asegura que le interesa completar sus estudios en administración de restaurantes y, además, continuar su desarrollo como lanzador. “Durante mis primeros dos años en Nebraska jugué en los jardines. Este año comencé a lanzar. Físicamente me siento diferente. Me estoy adaptando todavía y la decisión de firmar es un poco difícil. Estoy contento con el equipo (Marineros) que me escogió y si tomo la decisión de jugar pelota profesional daré el 100 por ciento”, sostuvo Alvarado al agregar que durante la pasada campaña en Nebraska lanzó 15.2 entradas principalmente como relevista.

“Si regreso y tomo el rol de ser lanzador a tiempo completo, en el próximo sorteo será mejor todavía de lo que salí ahora. Lo haría por tercera ocasión”, afirmó.

“Muchas organizaciones dijeron que les gustaría ver más de 15 entradas y un año completo como lanzador (a nivel colegial). Significaría que tendría entre 80 y 90 entradas. Sé que puedo ser mejor”, agregó Alvarado, natural de Salinas.

De la Torre tuvo que ser paciente

Ricardo De la Torre, por su parte, anticipaba que escucharía su nombre durante las primeras tres rondas del pasado sorteo. Pero no fue hasta en la sexta que los Mellizos de Minnesota lo escogieron con la idea de que se convertirá en el campocorto del futuro.

“La organización no esperaba que llegara a esa ronda. Llegamos a un acuerdo y proyecta que debo estar en las Grandes Ligas en cuatro años”, sostuvo ayer De la Torre.

La gerencia de los Mellizos le había indicado que aprovecharían los turnos de las rondas iniciales para seleccionarlo, sin embargo, eso no ocurrió y De la Torre comenzó a impacientarse.

“Me puse un poco ansioso. Otros equipos me estaban llamando para decirme que me tenían en turno, pero no sucedió”, dijo el jugador.

El camino para De la Torre no será sencillo. Los Mellizos escogieron al también siore Royce Lewis en el primer turno en general. 

“Se proyecta que (Royce) será outfield y los ojos estarán puestos en mí”, concluyó De la Torre, quien desea que la firma del contrato suceda en su hogar en Juana Díaz.