San Diego.- El partido se decidió en la primera entrada, cuando Eddie Rosario atrapó un batazo de fly de Carlos Santana y disparó un cañonazo de strike hacia el plato con el que Yadier Molina puso fuera a Jean Segura, quien trataba de anotar en jugada de pisa y corre.

En eso coincidieron Tony Peña, dirigente de República Dominicana, Edwin Rodríguez, el de Puerto Rico, Francisco Lindor, Molina y Rosario. Fue un ‘game changer’.

Dicho disparo apagó una amenaza de bases llenas en la misma primera entrada, el pitcheo boricua permitió solo un cuadrangular -a Nelson Cruz- y Puerto Rico consiguió anotarse una victoria de 3-1 sobre el poderoso combinado de República Dominicana en el primer partido del Grupo F del Clásico Mundial de Béisbol 2017, que se juega desde el martes en el Petco Park de esta ciudad.

“En la primera entrada dejamos las bases llenas, y yo creo que el juego habló en ese momento. Creo que Carlos Martínez no estuvo en su mejor noche, pues hizo 70 lanzamientos y cuatro innings”, dijo el dirigente dominicano, Tony Peña. “De todos modos fue un gran partido de pelota. El ‘bullpen’ hizo el trabajo y nos mantuvo en el juego, y pues… la racha tenía que terminar”.

“Lo que yo les puedo decir es que perdimos una batalla, pero no la guerra. Nosotros volvemos con el mismo ánimo para el próximo juego”, manifestó Peña en la conferencia de prensa posterior al partido.

La dulce victoria borinqueña le puso fin a una cadena de 11 victorias en el Clásico que tenía Dominicana, que se coronó en el 2013 con marca de 8-0. Además, los quisqueyanos iniciaron esta edición con tres victorias consecutivas en Miami sobre Canadá, Estados Unidos y Colombia. Dominicana había dominado constantemente a Puerto Rico en el Clásico desde el 2006.

Peña, quien elogió el trabajo de Molina detrás del plato y a la ofensiva, dijo que “tenemos un gran equipo. Le dije a los muchachos que no vinimos aquí a ganar invictos. Volveremos y vamos a ganar”.

Peña fue expulsado del partido en la octava entrada del encuentro por protestar las decisiones de bolas y strikes del árbitro principal, Will Little. Tras la rueda de prensa, el exreceptor de las Mayores no quiso entrar a discutir nada sobre los árbitros.

Rodríguez, por su parte, comentó que la intensidad del equipo se debió a que había motivación, en el sentido de que el equipo estuvo cuatro años esperando para poder vengar la derrota de la final del 2013, en la que Dominicana venció a los boricuas 3-0 para coronarse.

“Había mucha motivación. Esperaron por estos cuatro años y hoy fueron mejores en la ofensiva y en la defensiva”, dijo el dirigente puertorriqueño, quien también estuvo al mando del equipo en el 2013. “Ganarle a Dominicana, con la edición que tiene este año, ciertamente es motivo para celebrar. Nos estábamos enfrentando a un equipo que es uno de los mejores del mundo”.

Sobre la jugada de Rosario en la primera entrada, Rodríguez igualmente la describió como la clave del partido, el instante que lo cambió todo.

“Esa jugada en particular transfirió la energía, y ese fue el juego. Cuando dimos ese cero de esa manera tuvimos la energía para jugar como jugamos a los largo del partido”, sostuvo Rodríguez.

La noche le perteneció a Molina, quien pegó cuadrangular solitario, remolcó dos, sacó corredores y realizó un gran trabajo detrás del plato para liderar de palabra y acción a la novena riqueña.

Este bateó de 4-2 con dos remolcadas y una anotada para liderar a los bates boricuas. Rosario pegó un doblete que remolcó la otra carrera boricua y realizó la jugada del encuentro.

Al iniciar el desafío, el abridor puertorriqueño, Orlando Román, se vio en aprietos temprano cuando permitió hit al primer bateador del juego, Jean Segura; doblete al segundo, Manny Machado; y le dio boleto al tercero, Robinson Canó, antes de poder pegar un solo out.

Pero pareció crecerse al ponchar al cuarto bate, al toletero de los Azulejos de Toronto, José Bautista, antes de que el batazo de Santana hacia Rosario y el tiro al plato pusieran final a la tanda dominicana.

“Definitivo que fue una jugada clave. En ese momento ellos tenían las bases llenas y solo un out, y yo estaba llamando la jugada. Quería que batearan hacia mí para sacar a ese tipo en el home. Y gracias a Dios que pude ejecutar la jugada”, manifestó Rosario.

Luego de la celebración por la jugada en el plato, en la parte baja Puerto Rico tomó el comando cuando Lindor y Carlos Correa recibieron boletos, y luego de dos outs, Molina remolcó a Correa desde segunda con un hit al central.

Dominicana, mientras, hizo la suya en la alta de la segunda con un polémico cuadrangular de Nelson Cruz, el cual fue atrapado por un fanático antes de que pudiese salir completamente por encima de la verja del estadio, por lo que los árbitros hicieron una revisión, aunque al final no cambiaron nada.

Pero en la baja de la cuarta, luego de un out, Javier Báez conectó hit y fue remolcado por Eddie Rosario con doblete que dejó la pizarra 2-1.

La tercera carrera fue un jonrón solitario de Yadier Molina en la baja de la sexta que activó los fuegos artificiales del Petco Park, hogar de los Padres de San Diego.

“Le doy gracias a Dios por esta oportunidad y por poder tener un juego como este, pero el crédito es del equipo. Tenemos un corazón enorme y salimos a matar”, dijo Molina.

El pitcheo boricua volvió a mostrar su calidad luego de que Román saliera de juego tras lanzar 2.1 entradas. Héctor Santiago se llevó la victoria al lanzar 2.2 entradas en cero, Joe Jiménez le siguió con un episodio de solo un hit, Joseph Colón tiró 1.2 entradas y Edwin Díaz lanzó 1.1 para llevarse el salvamento.

Y de hecho, el pitcheo debe mejorar en los próximos días con la suma al roster del isabelino José de León, quien ayer fue integrado al equipo en la posición de Miguel Mejía. Rodríguez dijo que el permiso tardó debido a ciertas condiciones de los Rays y por saber en qué condiciones llegaría al equipo

Agregó que podría considerarlo para el partido del sábado.

Puerto Rico descansa miércoles y jueves, y se mide con Estados Unidos el viernes y Venezuela el sábado.

Luego de cuatro años de espera, los finalistas del Clásico Mundial de Béisbol 2013 vuelven a verse cara a cara sobre el terreno.