De Miguel Cabrera haber conquistado anoche la Triple Corona, sería la confirmación de una enorme temporada para el antesalista venezolano de los Tigres de Detroit y una gran señal de que sus días de tormentos, poco a poco, han quedado atrás.

Cabrera, quien en el pasado enfrentó serios problemas con el alcohol al ser arrestado en varias ocasiones, parece haberse quitado ese fantasma de encima para volver a reenfocar su carrera esta temporada.

Pero mucho tiene que ver un boricua con ese resurgir del joven toletero de 29 años.

Raúl González, el ex jugador de los Mets de Nueva York y Cardenales de San Luis, entre otros equipos de las Mayores, fue contratado por los Tigres de Detroit para ser compañía de Cabrera como parte de un programa que establecieron Major League Baseball (MLB) y la Unión de Jugadores para ayudarlo con su problema de alcoholismo.

Así González se convirtió en una especie de ángel guardián del venezolano, que lo acompaña a todas partes con el fin de mantenerlo alejado del alcoholismo y otros problemas que lo aquejaban. Su contratación surgió luego que en marzo del 2011 Cabrera fuera arrestado conduciendo borracho durante los entrenamientos primaverales de los Tigres. Dos años antes, en el 2009, Cabrera fue arrestado luego de una discusión con su ex esposa en medio de la postemporada.

Pero desde que González llegó a su vida, no se ha vuelto a escuchar un escándalo suyo.

El equipo de los Tigres ha querido mantener la función de González por debajo del radar y ni siquiera permite que conceda entrevistas ni ofrezca detalles del progreso de Cabrera, según constató el periodista de Fox Sports, Jon Paul Morosi, a quien la gerencia del equipo le prohibió entrevistar al boricua. El propio González tampoco habla del tema cuando es abordado.

Pero su trabajo está ahí y ha rendido frutos. El ángel guardián logró que el venezolano volviera a su mejor momento.

Esta temporada, Cabrera tuvo que regresar a tiempo completo a tercera base, algo que no hacía desde el 2007 con los Marlins de Florida, luego de la firma del inicialista Prince Fielder.

Pero en nada afectó la movida. Al contrario, se benefició de la presencia del también toletero estadounidense para mejorar su producción y aquí está el resultado: hasta a punto de ser confirmado como campeón bate, líder de cuadrangulares y líder de carreras remolcadas en la Liga Americana.

Ya Miguel Cabrera enderezó su carrera en el terreno.

Y fuera de él también, con la ayuda de González.