Desde mediados de la tarde, comenzó a hacer ejercicios de calentamiento y estiramiento. Cuando los terminó, se metió al bullpen para trabajar con sus lanzamientos. Luego de transcurridas dos horas y media de ejercicio en un día en que no le correspondía lanzar, fue que finalmente bajó hacia el dugout.

Así se ha comportado durante sus tres temporadas en la pelota invernal boricua el lanzador cubano Reinier Roibal, quien en su tercera temporada en la liga milita una vez más con los Cangrejeros de Santurce, y quien atraviesa por otra excelente campaña. El serpentinero acumula marca de 2-0 y efectividad de 1.59 con 25 ponchetes en 34 entradas lanzadas. Es uno de los mejores cinco lanzadores del torneo al momento.

“Este año he lucido bien, pero el año pasado me fue mucho mejor… aunque me falta la mitad de la temporada”, dijo el lanzador derecho en entrevista con Primera Hora. “Trabajo duro en todas las ligas que he estado, pero lamentablemente lo que no ha llegado es la oportunidad de jugar Grandes Ligas”.

Y esa meta pareció estar bastante cerca durante el 2016 para Roibal.

Nacido en Santiago en 1989, Roibal tiene experiencia en la Serie Nacional de Cuba y fue parte de la selección nacional cubana. En el 2010 llegó a Estados Unidos y fue firmado por los Gigantes de San Francisco. Luego de la campaña del 2014-15, cuando primero vino a la Isla como parte de los Senadores de San Juan, fue firmado como agente libre por la organización de los Filis de Filadelfia.

En la campaña local con Santurce en la temporada 2015-16, recopiló cifras de 3-1, 1.58 de ERA con 27 ponchetes en 40 entradas de labor, finalizando como uno de los mejores tres lanzadores del torneo. 

Al parecer, su actuación le valió comenzar el 2016 con una invitación para los campos primaverales de los Filis, quienes determinaron enviarlo al sistema de liga menor. Estuvo mayormente a nivel AA y AAA, acumulando 0-2 y ERA de 6.94 con 33 ponchetes en 35 entradas.

A los 27 años, Roibal tendrá que seguir trabajando duro, pues hace unos meses fue liberado por los Filis.

“Mi representante me ha dicho que hay dos o tres equipos interesados y están negociando. Así que esperamos a ver qué sucede”, dijo el lanzador. 

“Pienso que lo que pasa es que no ha llegado la oportunidad. Espero que el día en que Dios o algún equipo me dé la oportunidad, poder hacerlo bien. Y espero que llegue, porque no solo es mi sueño, es el de muchos peloteros que juegan aquí en Puerto Rico y en otros países”.