Acostumbrado a un bien ganado buen vivir, el miembro del Salón de la Fama del Béisbol, Roberto Alomar, está aprendiendo en estos días un poco lo que es desvelarse y tener una tarea vigente a toda hora. Eso es parte del gozo que tiene en su novata tarea como padre de Lourdes María Alomar Perks, quien nació el pasado 11 de abril y midió 20 pulgadas y 7 libras y 7.2 onzas.

“La nena está bella. Estoy bien contento. Disfrutando esta etapa. Agradecido a Dios de que la nena nació saludable”, dijo Alomar explicando que el nombre de la niña surgió en honor a la Virgen de Lourdes, protectora de Ottowa, Canadá, donde reside y de donde es oriunda su esposa, y María en honor tanto al nombre de su madre y el de su suegra Marie, aparte de la Vírgen María.

Alomar explicó que estos días se las pasa en la casa ayudando a su esposa, quien fue sometida a cesárea para el nacimiento de la niña.

“Mi esposa está bien. La ayudo en todo momento porque la nena se levanta cada dos o tres horas para lactar. Estamos disfrutando cada momento”, abundó el ex segunda base quien ingresó al Salón de la Fama en el 2011 luego de una exitosa carrera de 17 temporadas en la que 2,724 hits, 504 dobles, 210 jonrones, anotó 1,508 carreras y remolcó otras 1,134.

El ganador de 10 Guantes de Oro agregó que la niña tiene rasgos de ambos su esposa y él. Prometió en las próximas semanas enviar a Primera Hora una foto de la niña.

“Pasaremos una foto cuando la pongamos linda para su primera foto”, dijo el jubiloso papá.

Y explicó que en las próximas semanas tratará de viajar con ella a territorio estadounidense para gestionar la doble ciudadanía de su niña, la que al momento es oficialmente ciudadana canadiense por haber nacido en ese territorio.

“Cuando vaya a Estados Unidos me imagino que mis padres y hermanos finalmente llegarán para verla. Por ahora la han visto por Facetime”, destacó.

Apoya a Trinidad

De otra parte, Alomar aprovechó la oportunidad para enviar palabras de apoyo al boxeador Félix “Tito” Trinidad debido al difícil proceso que atraviesa por razón de la situación económica que han afectado sus finanzas.

“Conozco a Tito desde que era un juvenil iniciando en el boxeo y yo jugaba en San Diego. Quiero enviarle mi apoyo total y decirle que estoy muy apenado por lo que está pasando pero que se mantenga en ánimo que en el nombre de Dios va a salir de esto”, dijo Alomar.

Para el asesor de los Azulejos de Toronto, equipo con el cual ingresó a Cooperstown, la triste experiencia que vive Trinidad debe servir de ejemplo a otros atletas, en especial a los jóvenes.

“Es una enseñanza para todo el mundo. Uno tiene que estar pendiente de todo. Aún de la gente que uno confía y que le manejan las inversiones. No todos son malas personas pero el dinero es de uno y uno tiene que saber todo lo que pasa y no soltar todo en confianza”, dijo Alomar, asegurando que su asesor financiero José López de la entidad JGL Strategic Wealth Solutions de Raymond James, con oficinas en el estado de la Florida, siempre le ha servido bien y sus fondos siguen saludables a pesar de los vaivenes que ha tenido la economía.

“Ese muchacho siempre ha sido un libro abierto conmigo. Y como yo siempre he tenido mis ojos abiertos pues las cosas están bien”, dijo Alomar, quien en su carrera generó sueldos cercanos a los $77 millones por sus compromisos como jugador y otra cantidad no conocida en auspicios de marcas deportivas.