Cincinnati. La oficina de Grandes Ligas y el sindicato de peloteros informaron que están cerca de un acuerdo sobre una nueva política sobre violencia de género.

Ambas partes han estado en negociaciones desde el año pasado, luego de una serie de publicitados casos de violencia doméstica por parte de jugadores de NFL.

El acuerdo colectivo de trabajo incluye un programa de tratamiento voluntario para ciertas conductas relacionadas con el alcohol o de violencia fuera del campo de juego. También permite que el comisionado o el equipo imponga disciplina, sin especificar de qué tipo, en caso de que un jugador sea acusado de un crimen “en el que se involucre algún tipo de fuerza o violencia física, incluyendo pero no limitándose a abuso sexual, violencia doméstica, resistir a un arresto o agresión.

Durante su reunión con la Asociación de Cronistas de Béisbol de Estados Unidos, el comisionado, Rob Manfred señaló: Estoy seguro que tendremos un anuncio al respecto pronto”.

El presidente del sindicato, Tony Clark, respaldó lo dicho por Manfred, pero asegura que aún se necesita afinar detalles.

Otros de los temas que tocó Manfred durante su charla van desde la seguridad de los aficionados, hasta la duración de los juegos y la temporada regular, así como el futuro en sus ciudades actuales de los Atléticos de Oakland y los Rays de Tampa Bay.

Seguridad para los fanáticos

Ante la demanda de un abonado de los Atléticos de Oakland en la que se exige se instale una red protectora de poste a poste, el comisionado señaló que se sigue estudiando el asunto de la seguridad de los aficionados, particularmente luego de que una espectadora en Fenway Park tuviera que ser hospitalizada durante varios días luego de ser golpeada el 5 de junio por un bate roto.

“No me gusta actuar en base a reacciones. Obviamente, tuvimos una lesión muy seria y preocupante”, dijo Manfred el martes. “Pero hacer un cambio de esas dimensiones en base a reacciones, creo que es un error. Creo que lo más probable es que mantengamos la evaluación durante toda la temporada y cualquier cambio, en caso de que decidamos realizar uno, será en los reglamentos aplicables para la próxima temporada. Manfred aseguró que los equipos están en libertad de ampliar las redes en sus estadios”.

En tanto Clark señaló que su sindicato quisiera ser parte de las discusiones al respecto.

“Obviamente, quieres que todo el que venga al parque esté seguro y disfrute la experiencia, y creemos que hay una buena oportunidad de que atendamos algunos de los temas al respecto. Definitivamente es algo de lo que los jugadores tienen algo que decir”.

¿Qué pasará con los Rays y los Atléticos?

Las Grandes Ligas mantienen la esperanza de que los Rays de Tampa Bay y los Atléticos de Oakland puedan obtener nuevos estadios sin la necesidad de una reubicación, aunque estudiarán otros mercados en caso de que alguno de los equipos necesite una nueva sede o si se decide una expansión.

Tampa Bay es último en promedio de asistencia por partido con 14.731 espectadores y Oakland está en el lugar 26 con 22,369. Desde 1990, 22 de los 30 equipos han inaugurado nuevos estadios y Rays y Atléticos son los únicos dos equipos en la actualidad que buscan un nuevo estadio.

Manfred ha estado en pláticas con Libby Schaaf, quien en enero se convirtió en el alcalde de Oakland, así como con representantes del condado Alameda.

“La actitud del alcalde es alentadora”, dijo el comisionado. “Espero que el proceso lleve a que los Atléticos reciban una alternativa concreta para un nuevo estadio en Oakland”.

Los Atléticos juegan en el Coliseum de Oakland, que se inauguró en 1966 y es en único estadio que aún es compartido por equipos de Grandes Ligas y la NFL. Los Rays juegan en el Tropicana Field de Saint Petersburg, que fue abierto en 1990.

“Tenemos un problema en Tampa. Ofrecen un gran producto en el terreno de juego. La asistencia no es la que nos gustaría, y creemos que está relacionada a las instalaciones, es así de sencillo”, explicó Manfred.

El debate del calendario

El comisionado señaló que el debate sobre la longitud de la temporada regular pudiera estar ligada a reconfigurar la postemporada.

Las quejas sobre el gasto de jugar 162 partidos en 183 días se han incrementado entre los peloteros, pero Manfred señaló que recortar el calendario tendría grandes implicaciones económicas.

“En muchos de los mercados tenemos estadios llenos. La venta de entradas es algo muy valioso para nosotros. Tenemos compromisos televisivos. Cada contrato local varía, pero existen garantías de juegos que pudieran resultar afectadas por una temporada más corta”, aseguró Manfred.

Reloj de “pitcheo” para acortar juegos

La oficina de Grandes Ligas está intrigada con la idea de utilizar un reloj de lanzamientos, para acelerar el tiempo de juego en las Mayores, en contraparte, el sindicato de peloteros está totalmente en contra.

Una serie de reglas implementadas este año obligan a que los bateadores mantengan en todo momento al menos un pie en la caja de bateo, además de haberse colocado relojes entre entradas, lo que ha provocado un descenso esta temporada en el promedio de juego, de dos horas y 53 minutos, con respecto a las 3:02 de la primera mitad de 2014.