Para bien o para mal, depende del cristal con que se mire, el arbitraje ha sido principal protagonista en algunos de los partidos de esta temporada de la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente.

El público ha podido ver zonas cambiantes de pitcheo a pitcheo en donde lo que es strike ahora no lo es con el siguiente lanzamiento y batazos de línea que han picado en la zona de foul, pero que han sido cantados como buenos, entre muchas otras acciones que han sido fuertemente cuestionadas en el fragor de juegos cerrados, provocando la expulsión de dirigentes, coaches y jugadores.

Y es que nunca hay manera de complacer a las dos partes que se enfrentan en el diamante. Total, para el fanático, que es el que paga por ver el juego, el árbitro siempre será eterno villano.

Para el dirigente de los Gigantes de Carolina, Edwin Rodríguez, la iniciativa de la liga de dejar que el arbitraje quedara en manos puertorriqueñas ha sido un acierto e instó al organismo a envolverse más en el desarrollo del talento nativo en esa área del juego para evitar las inconsistencias que se han visto esta temporada.

“Todos los árbitros están dando el máximo y la iniciativa de tener solo talento nativo como árbitros ha sido muy buena. Creo que la liga debe envolverse un poco más en el desarrollo de aquellos árbitros que se quedan el resto del año en Puerto Rico y que no están acostumbrados al juego del béisbol profesional”, sostuvo Rodríguez.

“Al igual que los jugadores, ellos tienen que hacer sus ajustes a un tipo de béisbol más rápido, que a lo mejor no están acostumbrados a ver. Es ayudarlos a desarrollar un poco más el ojo crítico a la hora de reconocer, por ejemplo, los lanzamientos en la zona de strike. La inconsistencia que hemos visto esta temporada es un resultado de la poca experiencia que tienen algunos árbitros ante la calidad y la velocidad con la que se está jugando”, explicó Rodríguez.

Esta temporada la liga decidió no contratar árbitros norteamericanos y darles la oportunidad de regresar a trabajar a algunos umpires que habían renunciado en medio de la temporada 2005-2006, en apoyo a su compañero Carlos Rey y en repudio al castigo que le impuso el organismo al entonces dirigente de los Leones de Ponce José “Cheo” Cruz tras cabecearlo en un partido.

Antes de lanzarlos al fuego, les dio un seminario de tres días a cargo del experimentado árbitro Jorge Bauzá en que se les habló , entre otras cosas, de las reglas del juego y del manejo de situaciones.

“El trabajo de un árbitro no es una tarea fácil porque se tratan de jugadas de apreciación y no todos ven las jugadas de la misma manera. Este año hemos tenido un grupo de árbitros muy bueno en comparación con años anteriores”, aseguró Pedro López, dirigente de los Criollos de Caguas.

“¿Que han fallado en algunas jugadas? Claro que lo han hecho, pero es parte del proceso. Todos en nuestro trabajo hemos pasado por eso”, continuó.

De igual manera se expresó el dirigente de los Cangrejeros de Santurce, Carlos Baerga, al señalar que todo es cuestión de apreciación.

“Sí ha habido inconsistencia en el arbitraje en algunos juegos y han cantado lanzamientos que a veces uno no se explica cuál es el criterio que utilizó el árbitro, pero eso es algo normal porque en este juego todo es apreciación y uno lo ve de forma distinta, dependiendo del ángulo en que se encuentra”, dijo Baerga.