La mascota más famosa del mundo del deporte, el Philly Phanatic, fue ayer domingo anfitriona de un emotivo encuentro entre la soldado puertorriqueña Yarie Xiomara Vélez y su niño Jeremy Seth, quienes llevaban siete meses separados debido a una asignación de esta militante de la Fuerza Aérea estadounidense en Catar.

Según lo explicó el hermano de Yarie Xiomara, Jorge Vélez, a Jeremy Seth lo invitaron entre entradas a bailar con Philly Phanatic como parte de una manera de distraerlo pero realmente como excusa de llevarlo al terreno de juego para ser sorprendido por la llegada de su madre, quien retornó del campo en la mañana del domingo.

“Fue algo muy emocionante”, dijo Jorge Vélez, quien también está en las fuerzas armadas y estacionado en Texas. “Mi hermana me dijo que cuando ella vio al niño y el nene salió corriendo hacia ella, ella dejó de escuchar el bullicio de la gente. Todo el mundo los aplaudía de pie y ella no escuchaba nada de eso”.

Los Vélez son naturales de Caguas. Yarie Xiomara vive en Filadelfia al igual que sus padres, quienes también estaban en el estadio. No fue hasta que ella comenzó a buscarlos, pues tampoco los había visto, que se percató que todo el mundo estaba de pie aplaudiéndolos.

La asignación a Catar era la cuarta activación relacionada a una guerra a la que Vélez había sido asignado.

Y el reencuentro uno para recordarlo siempre.